“Los hechos metropolitanos”

  • URL copiada al portapapeles

La doctora Ana Díaz Aldret, del CIDE, especialista de temas metropolitanos en el mundo informacional, sostiene que los hechos o actos metropolitanos se basan en interrelaciones y externalidades urbanas entre municipios que conforman una gran ciudad fragmentada en lo jurisdiccional y con fuertes problemas de inclusión social en lo territorial.

Las metrópolis son cajas de pandora: junto con los bienes traen los males, aunque algunos teóricos opinan que los males llegan después, colados de último momento atraídos por el bien que promete el desarrollo. Así, los problemas de agua, movilidad, servicios públicos y límites municipales, entre otros, no son causas, sino efectos de aglomeraciones humanas excesivas; justamente estas externalidades negativas entre municipios se llaman problemas metropolitanos emergentes, los cuales, sin presencia de urbanización galopante, carecerían de significado.

A estos megaproblemas algunos los ven como las nuevas señales apocalípticas. Otros, como un proceso sociopolítico que genera a la vez orden y entropía; o más bien, parafraseando a Saramago: el caos metropolitano como un orden a la espera de ser descifrado. La doctora Ana Díaz les llama la doble cara de Jano.

En sentido estricto, las metrópolis son motores de desarrollo humano y horizontes de oportunidad para el mayor logro de bienestar sustentable e incluyente, de prosperidad y dignidad. Empero, el que sean oportunidades no significa en automático que éstas puedan o quieran ser aprovechadas. Para girar hacia ese objetivo, se requieren construir puentes que vinculen causas y efectos, medios y fines, objetivos y metas. Organizaciones y decisiones. Actos de gobernanza metropolitana. Buenas prácticas que conjuren el dogma de que el fin justifica los medios.

Es el borde azaroso del crecimiento urbano, en su modalidad de conurbaciones funcionales y físicas, la punta de lanza de la expansión metropolitana. Este modo de urbanización físicamente lineal lleva en su seno el germen del orden y la inequidad.

¿Ejemplos? El empuje metropolitano sobre las tierras agrícolas de irrigación no es natural, sino de economía política. Y no se trata sólo de que la actividad agrícola con riego vaya, literalmente, cediendo terreno a la fuerza especulativa inmobiliaria que surge entre una incubación de lustros. Se trata, también, de los grandes baldíos de los pueblos con infraestructura urbana. O sea, ir a la nueva conquista de los fundos de los pueblos. Por cierto, el urbanismo informal no actúa mejor y sus riesgos son aún mayores.

Respecto de las externalidades, toda ciudad las genera; se podría decir que son parte de su razón de ser, de eso hay viejas teorías y nuevas pruebas de evidencia empírica. Lo sustantivo es qué tanto las externalidades como la interacción metropolitana se manifiestan en redes de causalidad circular y acumulativa. El efecto metropolitano es, por ende, un juego de lotería donde unos ganan y otros pierden (bienes, recursos, oportunidades, identidad, acentuada por la inequidad y desarraigo). Al punto crítico: competitividad estacionaria, sustentabilidad en suspenso, inclusión como misión imposible, calidad de vida disminuida por aumento de la contaminación, tabúes en la movilidad, dinámica inercial de los patrones de distribución de la vivienda, instituciones de salud inciertas, educación cuestionada, movilidad social nula, espacio público extraño a la multiculturalidad… Al cabo: La reproducción ampliada del efecto Mateo: "a quien tiene se os dará, a quien no, se os quitará".

La doctora Díaz dice bien: los problemas metropolitanos no son problemas municipales en grandote, no se encaran con un cambio de escala. Su significación es muy distinta. La interrelación municipal requiere procesar instancias de diálogo, para actos sostenidos de concertación social y concurrencia institucional; en breve: entes de coordinación metropolitana en que cristalicen iniciativas de asociacionismo municipal.

[email protected]

* Consultor y planificador en desarrollo urbano

  • URL copiada al portapapeles