Jueves 28 de Junio de 2018

Este mes de junio estamos celebrando la cuarta edición de la novela Tristaniade Andrés Acosta. Un libro llamado a convertirse en un clásico de la literatura infantil y juvenil.

Debo decir que Tristania me hizo recordar pasajes de mi vida que había guardado en una habitación de mi mente muy recóndita, sin embargo no sé por qué no había permitido que los recuerdos de un enorme cine en mi infancia afloraran más a menudo.

Una vez que El Sick y El Morby, los personajes protagonistas de la novela, le comienzan a jugar bromas pesadas a una anciana en un centro comercial fue el primer instante en el que se vorticeó la realidad: recuerdo a un par de hermanos en 1986 asistir al cine como uno de los máximos entretenimientos a los 6 y 9 años. Las películas que estaban de moda iban desde Bruce Lee hasta los primeros disparos de Rambo, y por supuesto no se quedaban fuera las películas Serie B.

El cine Puebla era de una sola sala en la que entraban cerca de 1200 personas y la película se disfrutaba en dos momentos: antes y después del intermedio.

Tristania no habla explícitamente de todo esto, sin embargo, esa la virtud de Andrés Acosta: evocar una historia que se construye alrededor de las películas e invocar algo que estamos perdiendo: los rituales del gozo cuando vamos al cine.

El Sick y el Morby comienzan a interactuar en un juego que parece ser multiplataforma: Tristania fluye con un lenguaje que va del cine a la literatura y de ahí a los videojuegos para continuarhacia la música. Somos multitask, somos beisbolistas y caballeros medievales somos héroes fracasados que ya no rescatan princesas, somos princesas que ya no sueñan ser rescatadas, somos Tristania y somos sangre falsa, que vemos en las películas de terror, somos oscuridad y somos noche. Y a pesar de todo lo que somos, la muerte y la oscuridad nos siguen dando miedo. No hay hombre que esté por encima del miedo y que pueda vanagloriarse de escapar a él. Por eso no es extraño que nuestros protagonistas sientan miedo, o mejor dicho, no sólo lo sienten sino que lo hacen suyo, lo poseen y son poseídos al mismo tiempo y ni siquiera Tristania es capaz de aliviarlos pues ella desconoce un secreto que su padre le ha ocultado.

Tristania, una niña que habrá de meter en problemas a este par de ingenuos espectadores y amantes de la filmografía. Tristania es un guiño otros libros maravillosos de Andrés Acosta: Olfato y Subterráneos.

Tristania, la heroína de la novela, tiene miedos recurrentes como el resto de nosotros: miedo a lo lejano y lo próximo: miedo a separarse de casa y a la vez miedo a quedarse para siempre en ella sin su madre; miedo a lo viejo y a lo nuevo: nuestra época rechaza lo viejo, lo viejo debe re interpretarse o padecer el repudio por todo lo arcaico, como si tuviésemos que renovarnos cada segundo y al mismo tiempo se aborrece todo aquello que no esté dentro de una tradición, es una época de altos contrastes, donde debemos declararnos clásicos dentro de 140 caracteres.

Tristania invita a sus amigos a escoger entre ser héroes o cobardes. Para comprender la psicología de una población azotada por una epidemia, hay que poner de relieve todavía un elemento esencial:la disolución del hombre medio. No se puede ser más que un cobarde o un héroe, sin posibilidad de refugiarse en el punto medio de esos dos estados.

Tristaniaes una novela que nos habla del valor y de la cobardía, de la hermandad y del odio entre hermanos, del amor y la desilusión, una novela que habla de la nueva Eurídice-Tristania quien esta vez decide no voltear.

Tristaniade Andrés Acosta (Primera edición 2014). Ediciones El Naranjo, México.