La metrópoli es el lugar en el que se concentra no sólo la población, sino también el poder político, económico, cultural, intelectual, etcétera. Allí se localizan las elites empresariales nacionales y extranjeras, las cabezas de las organizaciones sociales, políticas y religiosas, las universidades y los principales centros de investigación. Por lo tanto, en la metrópoli se gestan las grandes ideas, los grandes proyectos y es el principal destino de los recursos del resto del territorio. Desde la metrópoli se dirige y controla el territorio circundante y, como consecuencia, la influencia que ejerce la metrópoli como ciudad central en el proceso de metropolización es la primera gran característica del proceso.

La segunda gran característica de la metropolización es la necesidad de negociación, que generalmente implica conflicto, entre autoridades por cuestiones de límites, superposición de acciones, diferencias en criterios o intereses para afrontar problemas comunes y, en general, toda la gestión del proceso de desarrollo de la metrópoli y sus derivaciones en la zona metropolitana. Es decir, el conflicto que implica "la existencia de muchos gobiernos dentro de una estructura económica y social común" (Alberto de Cervantes, 1989).

Así pues, no debería denominarse metropolización al proceso de urbanización, crecimiento y desarrollo de un núcleo urbano que posee una autoridad administrativa y un territorio lo bastante grande para no entorpecer la administración independiente del crecimiento y desarrollo de los núcleos urbanos vecinos, ya que en dicho caso nos encontramos ante procesos típicos de urbanización. Este precepto compagina con lo expuesto en 2003 por Jaime Sobrino y contradice, en cierto sentido, la metodología para la delimitación y conteo de las zonas metropolitanas de México empleada por Gustavo Garza en 2003 y por Sedesol, Conapo e Inegi en su modelo metodológico para delimitar las zonas metropolitanas publicado en 2005. Porque para señalar que existe un proceso de metropolización en una ciudad que no sobrepasa sus límites municipales, se debe demostrar que su proceso de urbanización, crecimiento y desarrollo influye sustancialmente en el proceso de urbanización, crecimiento y desarrollo de los núcleos urbanos (municipios) vecinos, con la presencia de confusión y conflicto entre las autoridades. Tarea difícil de medir con los datos disponibles.

Por tanto, la metropolización es un proceso de urbanización, crecimiento y desarrollo especial, en el que la ciudad central denominada metrópoli crece y se desarrolla hacia afuera privilegiando su dinámica, englobando e influenciando los procesos de urbanización, crecimiento y desarrollo de los núcleos urbanos vecinos y generando confusión en la gestión de los procesos resultantes. En otras palabras, metropolización es el proceso de urbanización, crecimiento y desarrollo de las regiones, áreas o zonas metropolitanas.

Jaime Sobrino señaló que "la dinámica de crecimiento de las zonas metropolitanas recibe el nombre de proceso de metropolización". Nótese que la definición va más allá del concepto de crecimiento.

Más aún, Manuel Castells indicó en 1976 que "se trata de algo más que el aumento, en dimensión y densidad, de las aglomeraciones urbanas existentes." Así: "Lo que distingue esta nueva forma de las anteriores no es sólo su dimensión (que es consecuencia de su estructura interna) sino la difusión de las actividades y funciones en el espacio y la interpenetración de dichas actividades según una dinámica independiente de la contigüidad geográfica."

Cabe notar que Alberto de Cervantes señaló que"el esquema del área metropolitana no excluye la existencia de otro centro, subsidiario o no, de tamaño importante (y tendríamos entonces metrópolis bi o multinucleares, con o sin centro dominante)".No obstante, cabe esperar que la metrópoli se desarrolle con base en una sola ciudad central.

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