¿Qué queremos de los nuevos gobiernos?

Todo lo que de vos quisiera

es tan poco en el fondo

porque en el fondo es todo,

Julio Cortázar (fragmento)

A ocho días de haberse celebrado la elección, los mexicanos tenemos dos grandes motivos para celebrar, el primero es que ni los partidos ni los ciudadanos tuvieron que llegar a la violencia para que se respetara el voto (salvo en el caso de Puebla) y el segundo, es que hubo un avance importante en el ejercicio democrático, muchos ciudadanos salieron a las urnas.

Ahora, lo que se espera de las nuevas administraciones es mucho y difícil de lograr, se está hablando en los medios de comunicación, en foros, en reflexiones académicas, acerca de la actuación de los mexicanos después de la elección. ¿Qué sigue? ¿Dejar que el próximo gobierno actúe de manera autónoma y discrecional? ¿El ejercicio ciudadano termina ahí? No, desde luego que no, la gran pregunta es ¿cómo?

No se trata que los ciudadanos realicen las tareas del regente, se trata que el gobierno haga bien su trabajo, con la participación de nosotros los ciudadanos.

Los canales de participación ciudadana en lo público, son muy pocos, no se han institucionalizado mecanismos idóneos de participación, los que existen como la iniciativa ciudadana y la consulta popular, carecen de un procedimiento ágil para su realización efectiva. Sin duda, el primer peldaño para la participación ciudadana, es el disfrute de información cierta y clara, pero con un canal de comunicación bilateral, solamente la recepción de información desde luego es importante, pero para un régimen democrático no sirve de mucho.

Ahora las redes sociales han dado paso a una libertad de expresión y manifestación de las ideas más abierta y desde luego, para muchas más personas, han demostrado su eficacia en situaciones en las que todos los mexicanos han participado por el bien común.

 Los portales interactivos gobierno-sociedad, podrían ser un mecanismo adecuado de participación ciudadana, si demostraron su eficacia en el proceso electoral y en los desafortunados sismos que recientemente padecimos, se deben seguir utilizando para acercar el gobierno a los ciudadanos. La eficacia y eficiencia de estos portales, podrían además disminuir trámites innecesarios y gastos para la gestión pública. Aunque el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) como organismo encargado de garantizar el derecho de acceso a la información pública gubernamental, contempla estas tareas, en realidad, el lector lo sabe, no siempre funciona adecuadamente, desde el requisito de la solicitud en cualquiera de sus modalidades, el tiempo de respuesta de los sujetos obligados (de 20 a 30 días), la excesiva utilización del articulado que cataloga la información como reservada o confidencial, el tiempo de respuesta de las unidades de transparencia que desaniman el interés del ciudadano. Los trámites son muchos y los plazos muy largos, incluso para la resolución de los recursos de revisión permitidos por la ley.

La bilateralidad de la pronta información, que proporcione mayor oportunidad de participación y opinión pública junto con la actualización de los portales de todas las dependencias, entidades, poderes y organismos autónomos, son urgentes, con información útil y un mecanismo interactivo, podrían servir como el principio de un gobierno abierto y democrático.

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