Martes 17 de Julio de 2018 |
Un político pobre, es un pobre político. Carlos Hank González
En el marco de la sucesión presidencial, los mexicanos estamos siendo testigos de las primeras medidas que el siguiente mandatario de la nación estará tomando, al asumir el cargo. En lo que parece un cambio de régimen político (no solo de partido político en el poder, sino de valores, actitudes, prácticas, comportamientos y funcionamiento de las instituciones), Andrés Manuel López Obrador (AMLO) virtual presidente electo de México, ha comenzado a fortalecer su discurso con decisiones que buscarán cambiar la cara de la política mexicana frente a la ciudadanía, a partir del 1 de diciembre; a fin de reconstruir la relación entre el gobierno y la sociedad, comenzando por modificar el comportamiento de quienes tomarán decisiones colectivas y asumirán la responsabilidad de gastar los recursos públicos. Recordemos que una de las líneas de campaña del próximo presidente se refería a que "no puede haber un gobierno rico y un pueblo pobre," por lo que se entiende que, en su búsqueda por generar gobernabilidad, decisiones públicas distintas, transformar necesidades en políticas efectivas y enfrentar desafíos públicos, el discurso se oriente a practicar acciones que exploten a cabalidad las potencialidades que posee el gobierno: legales, fiscales, informativas, políticas, gerenciales, etcétera. Atrás tendrán que quedar las creencias de la cultura política mexicana que asumenque para progresar en política es necesario tener mucho dinero, a partir de la repartición del botín, particularmente en el "año de Hidalgo," en que se considera "un pendejo a quien deje algo." En este ánimo de construir una imagen distinta de la políticay distinguirse de un pasado reprobado por los ciudadanos en las urnas, AMLO dio a conocer el fin de semana su plan para combatir la corrupción, integrado por 50 lineamientos en los que explica sus políticas de austeridad, transparencia, cambios en la legislación y en el funcionamiento de la administración pública federal. Con base en ello, comparto algunos apuntes que debería reflexionar el próximo mandatario mientras dure el periodo de transición para lograr sus objetivos políticos:
A manera de conclusión, veo positivo que el nuevo gobierno comience a establecer las bases generales de lo que podríamos esperar de su gestión; no obstante, las acciones propuestas necesitan más tiempo para analizar la implementación de diversas políticas públicas, en términos de su factibilidad económica, técnica, legal, política y social. Si bien es cierto que la ciudadanía espera un liderazgo distinto, el próximo Presidente debe ser mesurado, prudente e inteligente en su toma de decisiones, pues será como nunca antes, calificado por su capacidad de cambiar el rumbo del país, sin poner en riesgo la estabilidad del Estado mexicano. @floresm_mx / info@reconstruyendociudadania.org *Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey |