Jueves 26 de Julio de 2018 |
El sábado 21 de julio de 2018 se llevó a cabo la presentación de los más recientes títulos de la editorial tapatía Paraíso Perdido. El marco no pudo ser el mejor: la Casa de la Cultura de la ciudad de Puebla. El calor era agobiante, por suerte el salón tenía la suficiente ventilación para soportar los casi 30 grados que alcanzamos. "Está bueno el calor, ¿no?", le comenté a Leonel López, diseñador de la revista Pez Banana de Hermosillo, quien se descolgó desde la CdMx para ver la presentación de los muchachos de Antonio Marts, editor en jefe de los Paraísos. Sin embargo, el calor poblano no le hizo ni cosquillas al hermosillense. Pasaron los minutos y apareció James Nuño, otro de los autores de Paraíso Perdido y que tiene publicada la novela Los no muertos, una novela de considerable extensión, de zombies, increíblemente escrita. No sé por qué la novela no ha recibido más reflectores si tiene tremenda manufactura. James también es columna vertebral de los chavos que fueron expulsados del Edén. Arrancó la presentación y el primero en tirarse a matar fue Fernando Sánchez Clelo, autor y antólogo poblano de minificciones, quien presentó el libro Efectos Secundarios de Alejandro Badillo, y del que mencionó varias de las características que componen su narrativa: un autor del que hasta se puede proponer un diseño en su escritura. El mismo Sánchez Clelo llevaba preparando un esquema de varios círculos concéntricos y que, según dijo, bien podría usarse para el análisis de la obra badillezca,o por lo menos para sus cuentos: historias cortas, algunas cercanas a la minificción, lo que hace Badillo no es narrar una acción sino narrar sobre cómo se puede estar narrando una acción. Sin duda, un autor cuya literatura deja pasmados a los lectores. Sánchez Clelo llevaba un separador en alusión a Edmundo Valadés, detalle que sirvió para que Gabriel Rodríguez Liceaga comenzara la presentación de su antología El hambre heroica, en donde incluye a los escritores: Paulette Jonguitud, Jorge Comensal, Jaime Muñoz de Baena, Alfonso López Corral, Joel Flores, Alejandro Badillo, Herson Barona, Leonardo Teja, Úrsula Fuentesberain, Eduardo Sabugal, Aniela Rodríguez, Liliana Blum, Julián Herbert, Roberto Wong, Ave Barrera y ZoeCastell, autoras que se encontraban en la mesa. El separador de Edmundo Valadés tomó mayor importancia cuando Gabriel mencionó que la antología está dedicada precisamente al autor de La muerte tiene permiso. La selección que hizo @El_Neb-como se le conoce en Twitter a Gabriel- fue a capricho personal. Desde mi perspectiva así deberían hacerse todas las antologías. Rodríguez Liceaga es un lector inteligente, sensible, explicó que no siguió criterios de edad o género, sólo aquellos cuentos que había leído y que de verdad le impresionaron. Ave Barrera y Zoe Castell hablaron de su experiencia al ser publicadas en El hambre heroica y de la apuesta que las editoriales independientes tienen por el cuento, "no es un entrenamiento para entrarle a la novela, es un género con su propia importancia", apuntó Castell, escritora guerrerense radicada en Puebla. La presentación pasó sin que nos diéramos cuenta. A veces, los momentos que más nos gustan duran poco; a pesar de ello, la remembranza de una cerveza entre amigos, la presentación de un libro o la lectura de cuentos arriesgados, de escritores con mucho talento, permanece con fuerza en nuestro recuerdo. |