Miércoles 22 de Agosto de 2018 |
Uno de los mayores problemas que enfrentará -y desgastará- a los dirigentes de Morena, así como a diputados y alcaldes emanados de la coalición Juntos Haremos Historia, es la falta de una figura estatal que los coordine, agrupe y represente por encima de sus pares y grupos de origen. Si Luis Miguel Barbosa Huerta fuera el gobernador electo, nadie pondría en duda su rol de árbitro o fiel de la balanza en los conflictos internos de Morena y de consejero o guía en asuntos de agenda política y en temas municipales y legislativos. El presidente estatal de Morena, Gabriel Biestro Medinilla, está lejos de asumir este liderazgo. De entrada, porque a más tardar el 15 de septiembre será sustituido de la dirigencia estatal; porque en la práctica se ha convertido en una extensión de los intereses de Luis Miguel Barbosa; y, en tercer lugar, porque carece de la confianza de la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional y algunos de sus principales cuadros. La ausencia de esta figura estatal puede llevar a Morena a perredizarse, es decir a fracturarse internamente en grupos o corrientes antagónicos. Entre los diputados locales electos de la coalición Juntos Haremos Historia ya salió a relucir que no todos están de acuerdo con que Gabriel Biestro los coordine, y menos cuando su eventual designación no fue decidida por sus pares en el Congreso del estado, sino por Miguel Barbosa. Lo mismo sucede con la intención de nombrar a un coordinador de regidores, presidentes y presidentas municipales de Morena en la persona de Karina Pérez Popoca, alcaldesa de San Andrés Cholula. La presidenta de Cholula es un buen ejemplo de los conflictos que enfrentarán y desgastarán a las autoridades emanadas de Morena. Karina Pérez aún no rinde protesta y ya tiene diferencias con los miembros de su cuerpo edilicio que le reclaman tres cosas: que no los convoca ni los toma en cuenta; que sólo se apoya en los cuatro regidores de Tlaxcalancingo, su junta auxiliar; y que el poder tras el trono en su gestión será el activista Adán XicaleHuitle. El malestar de los regidores de su planilla es tal que ya le mandaron a decir que si persiste en marginarlos no le aprobarán los nombramientos de secretario general, tesorero, contralor y secretario de Seguridad Pública que necesariamente tienen que ser aprobados por el Cabildo. @periodistasoy |