Desarrollo humano en las organizaciones
Para avanzar hacia las metas establecidas en el marco estratégico de una empresa se debe evaluar si las acciones se encuentran bien encamina
El trabajo dignifica al hombre Karl Marx Para avanzar hacia las metas establecidas en el marco estratégico de una empresa se debe evaluar si las acciones se encuentran bien encaminadas hacia ellas, si se ha seleccionado al personal que cuenta con las competencias para lograrlo y si se han realizado las acciones de inducción necesarias para contagiar y motivar hacia las mismas. Esta actividad puede no ir en la dirección correcta si no se da la importancia a los colaboradores. Actualmente, el elemento humano ha cobrado gran importancia dentro de las organizaciones y forma parte fundamental en el plan estratégico de las mismas. Cuando se fortalece a los colaboradores de la empresa, brindándoles posibilidades de crecimiento personal y profesional, y la consecución de sus proyectos de vida vinculados al proyecto de la empresa, esta adquiere gran dinamismo. En la medida que se implementan acciones que motivan y generan bienestar, se apunta a un crecimiento fundamentado en el desarrollo pleno de todos los integrantes de la organización. Este desarrollo pleno se logra brindando las condiciones para satisfacer aquello que los individuos valoran como indispensable para mejorar su calidad de vida en todos sus ámbitos; tanto en el laboral como en el de participación social, sentido de identidad, desarrollo creativo, de reconocimiento, pertenencia, expresión, autorrealización, entre otras. El trabajo es un medio que permite desarrollar seres humanos plenos, dignos y capaces, que no sólo laboran en consecución de una remuneración económica, sino que se construyen en este cotidiano construir. El trabajo permite al individuo integrarse con otros, es fuente de motivación, es un entorno donde se puede proyectar la autoestima y mantenernos en constante actividad creativa. Las organizaciones orientadas hacia este trabajo que dignifique a la persona buscan brindar una cultura que fomente valores encauzados hacia la felicidad y el bienestar de todas las partes interesadas, incluyendo a los colaboradores. En este clima favorable para el crecimiento individual, el colaboradorpone en práctica todas sus competencias, se desarrolla continuamentepara permitir a la organización diferenciarse de otras. La institución, por su parte se alimenta de este constante impulso para crecer ella misma y proyectar, de esta manera, a los colaboradores. Es una acción de progreso en espiral ascendente. La cultura organizacional es una construcción continua, propuesta por la dirección, asumida por los trabajadores y renovada continuamente por todos los individuos que constituyen a la organización. ¿Cómo motivar este crecimiento individual? Primero, fundamentar la acción con base en una visión totalitaria de la persona, considerándola como un todo que debe desarrollarse en todas sus facetas, física, emocional y mental.Se debe promover el sentido de identidad organizacional y el sentido de pertenencia,los vínculos son importantes para el desarrollo de la persona. Es importante cuidar que el tiempo de trabajo no interfiera con el tiempo de esparcimiento, de ejercicio y de vínculo familiar y personal.Conocer, en la medida de lo posible, la vida fuera de la empresa, gustos y aficiones, para identificar aquello que les motiva. La institución debe ver la capacitación como inversión, una capacitación que vaya encaminada a la implementación del proyecto de vida vinculado al proyecto de desarrollo organizacional. Los colaboradores crecen y son motor de crecimiento.Pilar Jericó, empresaria y consultora nos dice que, "solo cuando invertimos tiempo, esfuerzo y ganas en mejorar como personas, somos capaces de sortear los momentos difíciles, entrenar las actitudes positivas y convertirnos en mejores profesionales". Por ello que las instituciones deben promover este crecimiento continuo de los trabajadores. Se debe promover un ambiente de trabajo positivo y motivador. Estudios recientes han demostrado la importancia de las actitudes positivas, no sólo para el desempeño en el trabajo, sino para mantener y mejorar la salud. Las emociones positivas son los nutrientes del crecimiento y permiten una mejor adaptación a los cambios.El Dr. Debby Stoman de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, nos dice que el ser positivo es esencial para una actitud emprendedora. Adriana Amozurrutia Elizalde Profesora de Cátedra del Tecnológico de Monterrey en Puebla https://www.facebook.com/educactiv/AcEd Acción en Educación Las opiniónexpresada en este espacio es responsabilidad del autor y no refleja el punto de vista del Tecnológico de Monterrey en Puebla. |
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