Línea ascendente

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Daniel ORTIZ


Septiembre 06, 2018

Nuevamente el Puebla volvió a casa y recuperó el semblante, como si cuando sale de su campo se asustara e hiciera todo diferente.

Fuera de casa es timorato, cede iniciativa, se repliega, busca pelotazos, ataca con inseguridad.

Pero en el Cuauhtémoc la cosa es diferente, busca tenerla, toma la iniciativa, arriesga e impone el ritmo.

Y aun jugando contra uno de los mejores equipos de la Liga, se impuso en un partido marcado por una agresividad tremenda de La Franja en el segundo tiempo, que hizo ver pequeño a un equipo potentísimo como Rayados de Monterrey.

Meza no movió su línea de cinco en el fondo, cambiando a Hugo Rodríguez por Alonso Zamora, buscando defender mejor en balones aéreos y Loroña en lugar de Cruz, pensando en esto mismo y en regresar al juvenil, después de algunas ausencias.

Luego en la línea de volantes no me agradó mucho sacrificar a Chumacero como contención clavado al perder la llegada que da desde segunda línea, pienso que ahí Pablo González puede cumplir ese rol para soltar al boliviano.

Y eso sí, dejar en el banco a un 'Chepe' Guerrero que ha venido a la baja por su menor movilidad en esa zona.

Fernández aunque se movió y generó verticalidad, tuvo un papel discreto, mientras que el 'Gringo' Torres jugó su mejor partido desde que viste la enfranjada. Sin organizar con la cadencia de un '10', supo leer los tiempos de las jugadas para coordinar los ataques, sirviendo buenos balones cruzados o filtrados, así como para activar las subidas constantes de Angulo; también sacrificándose para recuperar balones y cortar líneas de pase a los volantes regios.

Palacios repitió al lado de Cavallini, sin encontrar jugadas de gol, aunque fungiendo como buen receptor para dar llegada a sus compañeros.

Costó trabajo crear, hasta que en el segundo tiempo y ya con el marcador en contra, el 'Ojitos' decidió arriesgar y poner un 4-3-3, que aunque dejaba prácticamente un mano a mano en defensa contra Pabón y Avilés por fuera, Pizarro en media punta y Madrigal como referencia, salió bien librado en el resultado final.

Y es que tanto en el gol, como en un contragolpe donde Hurtado se pierde el 0-2 ante Vikonis, el Puebla quedó regalado en defensa y eso se pudo pagar caro.

Afortunadamente no hubo más desatenciones y con los ingresos de los revulsivos Acuña y Tabó, el Puebla ganó metros en cancha rival para presionar desde la salida y estar encima del equipo de Diego Alonso.

Generaba una y otra vez balones al área, ganando las divididas y terminando jugadas incluso de larga distancia.

Los avisos no tardaron en recoger sus frutos, con mucho pundonor y aún mejor la circulación paciente del balón para que Tabó y Cavallini nos hicieran gritar un triunfo sobre la hora, lo cual se goza como nada.

El Puebla dio sus mejores minutos del torneo, dejando prácticamente tendido sobre el césped a una de las nóminas más altas del continente.

Han sido claves en las reacciones camoteras, Tabó y Acuña como revulsivos, moviéndose por todo el frente, lo cual no habían hecho cuando iniciaban y puede que así sea como mejor lo vayan a hacer, por eso creo que Meza debe seguir con el 5-3-2, alternando sus interiores dependiendo qué tanto llevará el ritmo del partido, para buscar contener más o jugar a velocidad y buscando que Palacios se acople y encuentre el olfato de gol, del que tanto nos hablaron desde Uruguay.

Habrá descanso y tiempo para plantear estos siguientes partidos que pueden todavía ser claves para buscar una clasificación que ya no se ve tan lejos.

La línea ascendente debe verse reflejada también de visita trayendo puntos, porque en casa, de no ser por ese terrible par de minutos ante Veracruz, estaríamos contando con el 100% de efectividad los viernes de fútbol en el Cuauhtémoc.

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