Sólidos y compactos

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Daniel ORTIZ


Septiembre 20, 2018

Puntos de oro molido ha traído el Puebla jugando como visitante.

Aunque posiblemente con esto, apenas se está rescatando lo que se perdió en aquel tan mencionado juego ante Veracruz.

Y es que cómo nos duele perder contra los Tiburones Rojos.

Ahora, habrá que seguir haciéndose fuertes en casa y continuar sacando puntos como visitante para aspirar a una posible clasificación.

Esta visita a Querétaro no era nada fácil, jugando contra un equipo que venía de hilar tres triunfos seguidos, con un buen fútbol producto del manejo de balón, llegada de sus volantes y la peligrosidad de sus ofensivos, tanto por las bandas, como en el área con un Camilo Sanvezzo que ha vuelto a su nivel.

Enrique Meza paró nuevamente su 5-3-2, dentro del cual Pablo González fue vital en el medio campo para dar todos los apoyos posibles a sus compañeros, tanto para marcar y presionar, como para circular en balón con ventajas para sus laterales, que cada vez que pudieron fueron bien al ataque.

A diferencia de Guerrero, el canterano poblano tiene un mayor recorrido y una mejor técnica para cumplir esta función, liberando a Torres y Chumacero para que se incorporen y prueben su peligroso remate de media distancia.

Ya que mencionábamos a los laterales, qué gran partido de ambos, Angulo a lo que nos tiene acostumbrados con sus buenas subidas, es importante generarle manos a mano, porque ahí siempre va a ser peligroso, mientras que defendiendo sin cerrar completamente su banda, ha sido un buen juego del colombiano.

Por el otro lado Vladimir Loroña, al cual le pedíamos que fuera mejor por su banda, pues ya en el juego pasado una presión suya generó el gol de Tabó, mientras que ahora puso varios centros interesantes; además ha coronado su brillante actuación defensiva, con el gol de la victoria, y eso que había avisado antes en otro remate al travesaño.

El joven canterano ya es una realidad que puede seguir creciendo sin duda alguna.

Mención especial al resto del aparato defensivo, los tres centrales han estado muy finos y atentos para las embestidas de los Gallos y cuándo no pudieron impedir los remates, estuvo Vikonis, como ya es costumbre este torneo.

Cavallini tuvo una que otra oportunidad, sin poder convertir, pero su trabajo ha sido impresionante, ganando balones, aguantando otros y dando tiempo y metros siempre al equipo para salir de la presión del rival.

En resumen, un equipo sólido que jugó con las líneas muy compactas, pese a ceder totalmente la iniciativa, supo generar situaciones de peligro y que en el balón parado encontró un gran premio que permite respirar y pensar en que jugando así, se puede conseguir una clasificación a liguilla.

Se rebasa la mitad de la temporada con esas aspiraciones y mejorando tanto en juego, como en competitividad.

Ahora es cuando de verdad tiene que aportar más Palacios, cuando Tabó debe continuar con su desequilibrio, que Acuña o Fernández cuando ingresen generen dinámica, que esa línea defensiva que tan bien se vio ahora, no pierda concentración y gane solidez, que Chumacero y Torres sigan en línea ascendente protegidos y escoltados por González y que Cavallini encuentre esa racha goleadora que haga que el Puebla no deje de sumar.

Viene América y posiblemente sea un partido similar que ante Gallos, con un poco más de balón e iniciativa de La Franja, pero en el cual habrá que ser muy certeros en las áreas, para seguir haciendo del Cuauhtémoc una fortaleza.

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