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Ocoyucan: violación a la democracia

Nuevamente, La Jornada de Oriente sirve de heraldo, mensajero, portavoz, de grupos que atentan contra la democracia, la paz y tranquilidad

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Nuevamente, La Jornada de Oriente sirve de heraldo, mensajero, portavoz, de grupos que atentan contra la democracia, la paz y tranquilidad de los municipios donde existen gobiernos antorchistas, a fin de remojar el terreno para que la ciudadanía acepte como correctos los actos ilegales de quienes mueven los hilos de esta marioneta mediática.

Este 21 de septiembre, en el diario señalado aparece una nota "Frente opositor amaga con impedir arribo de alcalde electo antorchista de Santa Clara Ocoyucan". De entrada, cualquier persona, aún haciendo el mínimo esfuerzo de razonamiento, se preguntaría por qué este "grupo opositor" pretende impedir el arribo del alcalde electo, es decir, de alguien que compitió limpiamente en un proceso de elección popular y que fue favorecido con el voto de la mayoría. Así es la democracia: con un voto se gana o se pierde. Pero vayamos con calma.

La nota asegura que en Ocoyucan "se agrava el conflicto postelectoral" sin dar más argumentos que la afirmación misma. Me pregunto: ¿conflicto entre quienes? Para que exista tal deben existir dos partes, pero aquí solo se trata de "los partidos opositores al PRI" que "crearon un frente" para impedir que el alcalde electo tome protesta. Esto deja ver a todas luces que quienes perdieron no aceptan su derrota en la urnas y que, acosta de lo se sea y como sea, quieren adueñarse del poder en Ocoyucan sin explicar con qué fin. En administraciones pasadas esos mismos grupos han gobernado en este municipio y, entonces, ¿por qué la gente, el pueblo mismo, dejó de favorecerlos con el voto? Ellos lo deben saber bien, aunque hoy finjan demencia.

La nota sigue: lo inconformes -entre los que se encuentran militantes de Morena, el PRD y Acción Nacional- han convocado a una asamblea (…) para acordar las acciones a seguir. ¿Es que acaso a este grupo opositor se pasa por el arco del triunfo el proceso electoral que se vivió el pasado primero de julio a nivel nacional, por ende también en Ocoyucan, junto con la voluntad y decisión de las miles de personas que en él participaron? Si eso es ahora, en su absurda cruzada por obtener ilegalmente el poder, qué sería si lo tuvieran: cerrazón total y represión contra quienes no piensen como ellos dictan. Su actuar me hace inferir eso.

Es decir, este grupo opositor al presidente electo busca por sí y para sí el poder municipal sin importarle que la voluntad de la mayoría de los ciudadanos de este municipio haya tomado ya una decisión; mandan "al diablo" a las instituciones como el Instituto Electoral del Estado y, sobre todo, a la propia democracia que tanto dicen defender cuando les favorece pero que violan flagrantemente cuando no es así.

Este grupo es el mismo que pretendió azuzar a la población para tomar ilegalmente el palacio municipal el pasado 15 de septiembre bajo el argumento de que la supuesta "ola de violencia e inseguridad", y ahora lo hacen nuevamente, "es responsabilidad de Antorcha Campesina". En su momento, y lo reiteramos, el problema de la inseguridad no es un hecho aislado y exclusivo del municipio, se trata pues, de un fenómeno social que presenta la nación entera, por tanto, un presidente municipal no puede resolver un problema que es competencia del poder federal. Esto, además, no es el problema en sí, sino consecuencia, pero la ambición de arribistas les permite usar como bandera cualquier pretexto para justificar sus actos, principalmente cuanto estos van contra la ley como los ya anunciados en La Jornada de Oriente.

Si el pueblo, consciente de su decisión, sabedor de las consecuencias mismas, eligió a un representante del Movimiento Antorchista es porque confía en la visión que tiene esta organización sobre como ejecutar el poder, en beneficio de los propios ciudadanos. El actual gobierno ha dado muestras concretas y tangibles de esto. Ha contribuido considerablemente a la transformación del municipio elevando la calidad de vida de las familias. Enrumbándolo por el camino del progreso y desarrollo. La gente aspira a vivir mejor, a tener mejores condiciones y sabe que de la mano de Antorcha lo puede lograr. Prueba irrefutable de ello es que se ganó la reciente elección. Y ahora, una camarilla de ambiciosos que siente a Ocoyucan como parte de su feudo quiere adjudicárselo violentando la paz, tranquilidad y estabilidad que existe actualmente. 

Ante este panorama, este acto de guerrilla antidemocrática, es el pueblo quien debe defender su decisión de elegir a sus gobernantes, es el pueblo mismo quien debe defender su voto. Veamos pues, de lado de quién esta la mayoría.

 

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