Horizontes

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Tere MORA GUILLÉN


Octubre 01, 2018

De un tiempo a la fecha, pareciera que ya nada nos sorprende y que el mundo gira al revés. Últimamente se ha dado a conocer que el mercado de valores tiene un nuevo sector estrella: las compañías de cannabis. Sus acciones van en ascenso y firmas como la cerveza mexicana Corona o Coca-Cola en un futuro próximo añadirán el estupefaciente a sus productos.

No es la primera vez que al mercado salen bebidas que se promueven como inofensivas, que vigorizan, prometen un mayor rendimiento físico y mental, cuando en realidad van en detrimento de la salud física y hasta emocional.

Bien valdría alertar a nuestros jóvenes sobre los daños que en sus múltiples formas puede llegar a causar el uso de la marihuana o de la planta Cannabis sativa, también conocida como mota, hierba, pasto, porro, etcétera.

Hay quienes al consumir marihuana, a cambio de relajación y euforia, experimentan ansiedad, miedo, desconfianza o pánico. Estos efectos son más comunes cuando se usan altas dosis, cuando la marihuana tiene una potencia más alta de lo que se espera, o cuando la persona es inexperta. 

Quienes han tomado dosis altas de marihuana pueden experimentar psicosis aguda, que incluye alucinaciones, espejismos y una pérdida del sentido de pertenencia de identidad. 

En lo personal aplaudo el uso medicinal de la Cannabis, ya que se ha comprobado que puede ser una extraordinaria alternativa para determinados tratamientos. Sin embargo, su legalización, sin una buena dosis de información, puede llevar a enfermar aún más a nuestra sociedad, en particular a nuestros jóvenes que en búsqueda de nuevas experiencias, pueden con facilidad volverse adictos y potenciales delincuentes.

Está comprobado que el consumo de marihuana afecta al cerebro directamente, específicamente a las partes responsables de la memoria, el aprendizaje, la atención, la toma de decisiones, la coordinación, las emociones y el tiempo de reacción. 

En suma las autoridades a nivel global, debieran analizar los pros y contras de la legalización de la droga. No es lo mismo la educación y cultura que hay en países del primer mundo, a la que tenemos en países tercermundistas, en donde jóvenes que utilizan la marihuana como recreación, cometen desde atracos hasta violaciones en plena vía pública. 

¿Legalizar o no la droga? Habría que sopesarlo como cuando se legalizó el alcohol con sus pros y sus contras, eso lo veremos, al tiempo…

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