Hace algunos años mi papá y algunos familiares me contaban anécdotas sobre lo que era tener dos equipos en la Primera División: Puebla y Ángeles de Puebla. Si la memoria no me falla, decían que había afición para ambos equipos y alguno más le iban los dos equipos.

Probablemente debido a sus relatos, anhelaba que en Puebla tuviéramos dos equipos. Ahora que los tenemos, poco más de un año, debo decir que no me causa mucha emoción; pero sí me cala que nos gane un equipo sin mucha Historia futbolística. Y por Historia, probablemente me estoy refiriendo a: tradición, arraigo, identificación. Sí, egresé de la BUAP, pero no me inspira pasión el equipo.

Y es que salvó los familiares de algunos jugadores, creo que la afición poblana comenzó a irle a Lobos por la falta de resultados e identidad que ha venido arrastrando el Puebla desde la partida de El Chelis y sus chelisboys.

Esta nueva directiva camotera está buscando recuperar la identidad, y la mejor forma de comenzar a hacerlo es no perder en casa partidos clave: América, Chivas, Pumas, Veracruz y Lobos.

Ya se perdió con Veracruz y América.

Esperemos que este domingo le ganen a Lobos BUAP, pues en el corazón pambolero sólo hay espacio para Puebla y punto.