Fiel a sus principios de trabajar y luchar en favor de las clases pobres, el Movimiento Antorchista ha organizado a los trabajadores del volanteen Tehuacán para que obtengan una concesión de transporte y de esa manera tengan trabajo, tengan un modo honesto de vivir, tengan de qué comer y cómo sostener a sus familias.

A raíz de que los antorchistas de Tehuacán solicitamos algunas concesiones de transporte, con una virulencia propia de gente prepotente, Santiago Mendoza Tierra, exdirector de Tránsito Municipal (dado de baja por no aprobar los exámenes de control y confianza) lanzó a través de medios de comunicación amenazas de muerte contra los antorchistas. Declaró, sin ningún respeto a las leyes vigentes en nuestro país, lo siguiente: "No permitiré que Antorcha Campesina entre al transporte, no vamos a permitirlo, no importa que caiga alguien, no importa si voy al panteón o a la cárcel".

Santiago Mendoza Tierra representa a un sector del transporte en el municipio, y creemos que exagera sus opiniones porque las seis combis que circulan desde la colonia Resurrección están transportando a niños para llevarlos a sus escuelas, como una actividad organizada por los padres de familia.

Mendoza Tierra en otras ocasiones ha sido denunciado por sus pretensiones de querer acaparar todas las concesiones de rutas de transporte. El 9 de octubre de 2009, La Jornada de Oriente informó que "Miguel Ángel Ponche de la Fuente denunció que el director de transporte de la SCT Abraham Sánchez, trabaja sólo a favor de Mendoza Tierra, a quien próximamente va a beneficiar con la ampliación de rutas de transporte, negando la posibilidad a otros transportistas de tener esos permisos", es decir, que Mendoza Tierra ve sólo por sus intereses personales.

De las rutas que controla, la 5,6, 16 de Rancho Viejo, 18 y 34 funcionan mal; no dan buen servicio debido a que las elevadas cuentas o cuotas que pide a los choferes que tiene contratados; los obliga a competir por el pasaje; tienen que conducir a alta velocidad, sin mucha precaución y eso genera accidentes; hay rutas en las que la gente tiene que salir caminando hacia calles más céntricas para abordar otras rutas de transporte alternas.

Cuando Mendoza Tierra fue director de tránsito en la administración municipal saliente de Ernestina Fernández Méndez, trataba a todos los conductores con prepotencia y amenazas; fue destituido del cargo de director, no obstante, lo dejaron trabajando en un puesto administrativo en la misma dirección porque seguía siendo el operador del transporte en Tehuacán y Enrique Ximello Salaya era sólo su prestanombres.

El Movimiento Antorchista en Tehuacán que dirige Lisandro Campos Córdova ha luchado por concesiones de transporte para choferes humildes; para que sean ellos mismos los dueños de las concesiones y, así, evitar que sean explotados por acaparadores de las concesiones y monopolizadores del transporte.

Antorcha lucha para que la gente humilde tenga trabajo, tenga una forma honesta de vivir y para que mejore la calidad de vida de los trabajadores en general y mientras haya gente que solicite que le ayudemos a obtener una concesión la vamos a apoyar, que no quede duda.

Santiago Mendoza Tierra tiene derecho a pedir que no nos den concesiones de transporte y nosotros tenemos el mismo derecho a pedir concesiones a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, porque es la institución encargada de otorgarlas y quien decidirá si cumplimos o no con los requisitos para obtener la autorización solicitada.

Invitamos a Mendoza tierra a reflexionar los términos de su polémica: primero, porque matar a la gente que es humilde porque lucha por una concesión, significa disponerse apagar conforme a derecho ese delito pues el gobierno estará obligado a aplicar todo el peso de la ley contra delincuentes de ese tipo y, segundo, si el problema consiste en el otorgamiento de las concesiones pues que demuestre en la SCT que no tenemos razón.

Antorcha seguirá luchando para que los choferes tengan su propia unidad y concesión de transporte y, para eso, es necesario que intervenga la fuerza organizada del pueblo, para evitar que monopolizadores del transporte los exploten, lucren y se enriquezcan con el trabajo de los modestos trabajadores del volante.