Las elecciones de este martes en Estados Unidos son paradójicas. Por un lado, parecen decisivas:son las primeras desde la victoria de Trump, por lo que muchos quieren verlas como una oportunidad de revancha. Por otro lado, no hay mucho espacio para la imaginación, pues los resultados parecen estar ya cantadosa nivel nacional: los republicanos conservarán una corta mayoría en el Senado (donde solo un tercio de los escaños están en juego), mientras que los demócratas tomarán el control de la Cámara de Representantes.

Aunque este panorama sea altamente probable, la experiencia de 2016 nos enseñó que sería imprudente darlo por sentado. Si se confirma, ambos bandos se declararán victoriosos, y bien sabemos que ciertas personas tienen un don especial para presentar como un éxito hasta sus peores fracasos.

Pese a este bajo nivel de incertidumbre respecto al partido que terminará siendo dominante en cada cámara, será muy interesante seguir de cerca el desenlace de estas elecciones en ciertas contiendas específicas. Veamos algunas de ellas.

En Georgia, la carrera para el cargo de gobernador es ahora totalmente indecisa. La candidata demócrata StaceyAbrams logró alcanzar al ex favorito de las encuestas, el republicano Brian Kemp, y podría convertirse en la primera mujer afroamericana en asumir este cargo en la historia del país. Esta semana, Obama se involucró personalmente para defender su candidatura: para ello, superó una condición de salud aparentemente débil y dejó atrás la discreción que había mostrado desde su salida de la Casa Blanca.

En Texas, los rivales para el escaño de senador presentan perfiles llamativos. Por un lado, está el republicano Ted Cruz, el actual titular del cargo. Durante las primarias previas a las elecciones presidenciales, fue el principal adversario de Trump, quien le había otorgado el apodo de "Ted el Mentiroso" (Lying Ted). Recientemente, el presidente demostrósu constancia y la amplitud de su vocabulario al designarlo como "Ted el Hermoso" (Beautiful Ted). Por otro lado, está Beto O'Rourkequien logró llamar la atención mucho más allá de Texas por sus propuestas y su estilo personal, que varios comparan al de Obama. Su victoria es poco probable pero su candidatura bien podría ser parte de un plan de más largo plazo: conseguir renombre a nivel nacional por medio de esta campaña, pasar cerca de una victoria que muchos pintan como imposible, antes de lanzarse en aspiraciones más ambiciosas.

En muchos estados, los electores no solamente deberán escoger entre diferentes candidatos, sino que tendrán la oportunidad de tomar decisiones sobre diferentes puntos. En Florida, una de estas cuestiones es particularmente sensible: ¿se les devolverá el derecho de voto a quienes cumplieron una condena de cárcel en el pasado por delitos menores? Por ahora, Florida destaca porrestringir el voto por este motivo, permitiendo pocasexcepciones. En caso de aprobarse esta propuesta, el número total de electores subiría un 10% en el estado, lo que también aumentaría la proporción de las minorías étnicas en el padrón electoral. Teniendo en cuenta la importancia de Florida en las elecciones presidenciales (recordemos la elección de Bush en 2000), la decisión que se vaya a tomar bien podría tener consecuencias de largo plazo.

Además del resultado final de las elecciones, será de gran relevancia observar el rol de las redes sociales en el proceso, teniendo presente que los comicios de 2016 fueron marcados por la difusión de falsas noticias y el uso de publicidad personalizada hacia usuarios de plataformas digitales. Las principales empresas del sector anunciaron que tomaron medidas específicas para contrarrestar estas tácticas de manipulación del voto: por ejemplo, se clausuraron numerosas cuentas acusadas de desinformación y Facebook puso en marcha un sistema que brinda más transparencia acerca de quien difunde comerciales sobre temas políticos. Sin embargo, la primera iniciativa fue criticada por limitar la libertad de expresión, mientras que la segunda demostró ser muy fácil de burlar, por lo que se puede anticipar que los debates acerca del rol de las redes sociales en la democracia en general (y en periodos electorales en particular) seguirán presentes y se irán intensificando con el paso del tiempo.

Un factor clave será la tasa de participación: por increíble que parezca en un contexto donde la política se ha vuelto tan controversial, mucho menos de la mitad del electorado ejercerá su derecho de voto. Las recientes declaraciones de Trump acerca de las sanciones contra Irán y el envío del ejército a la frontera sur contra la "caravana" de migrantes centroamericanos son, obviamente, un intento por movilizar a su base electoral en un momento decisivo. Su vergonzosa instrumentalización de estos temas para fines electorales no sorprenderá a nadie.

* Profesor de tiempo completodel Tecnológico de Monterrey en Puebla, en la carrera de Relaciones Internacionales – [email protected]