Integrales e Incorruptibles

Acabar con la protección a grupos políticos, con el compadrazgo de los cacicazgos, el nepotismo y cualquier práctica

Acabar con la protección a grupos políticos, con el compadrazgo de los cacicazgos, el nepotismo y cualquier práctica que hoy parece incluida en las declaraciones de buena voluntad construidas bajo el principio de posible conflicto de interés.

Las obligaciones de contratos públicos no solo deben cumplir con el principio de máxima publicidad en todas sus etapas.

No más simulación ante la falta de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el servicio público… cuyas consecuencias hoy tienen impacto en rezagos sociales y económicos, así como en materia de inseguridad.

Quitar el velo que protege operaciones financieras y fiscales, incluidos lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, entre otros delitos, significa combatir daños profundos que han favorecido la existencia de grupos delincuenciales que afectan el patrimonio, la tranquilidad y la seguridad de todos por igual, pero que ante la situación confortable de impunidad, transgreden la seguridad y vida de los más vulnerables, o acaso debe causarnos orgullo la existencia de niños sicarios, mujeres violentadas, feminicidios impunes y otros actos que también parecen más normalizados como cobro de piso, robos y secuestros?

Aún quedan pendientes… Deudas por reparar a la sociedad; El caso Duarte, la triangulación de operaciones de líderes sindicales, la "estafa maestra", Odebrecht, casa blanca y un amplio etc. que impactaron al propio sistema tributario, pues todo ese dinero público que aparentemente no volveremos a ver, se recupera por la vía de las contribuciones o en su caso por la deuda pública, desgastando aún más la frágil confianza y credibilidad gubernamental.

La era de los sistemas nos alcanzó: Fiscalización, información y estadísticas, transparencia, archivos, rendición de cuentas y anticorrupción se consolidaron en reformas constitucionales y legislación secundaria. Se nubla la figura municipal y se opaca la participación ciudadana.

Los presupuestos públicos se etiquetaron, por ejemplo en este sexenio se destinaron 5,063 millones de pesos, lo que representa 65 por ciento del gasto destinado a transparencia durante los 14 año del IFAI/INAI, que en lo general, permitió posicionar entre la población la existencia de los órganos garantes, sin alcanzar a disminuir la percepción de corrupción con la que a nivel nacional e internacional somos apreciados.

Algunos pensarían que se trata de conceptos diferentes, sin embargo ante el dolor por la pérdida de un hijo por la inseguridad, de una propiedad por un terremoto, de la integridad de una hermana por una violación, la distinción teórica-conceptual de poco sirve para reparar los daños.

La corrupción disminuye al Estado de Derecho, sus instituciones, al sistema de impartición de justicia, al sistema económico de participación plural democrática, disminuye la dignidad individual de los grupos vulnerables y se trenza entre la insensibilidad de una sociedad que parece haber perdido la capacidad de asombro y reacción.

¿Qué requiere México para dejar a un lado el lastre de la corrupción e impunidad?, me atrevo a compartir:

  • Todos debemos cumplir con las máximas constitucionales, reconociendo derechos y cumpliendo obligaciones.
  • Participando de manera activa, como los jóvenes del "Semestre I / Incorruptibles" del Tecnológico de Monterrey-Campus Puebla
  • Reconociendo que con la corresponsabilidad civil, empresarial y social está la posibilidad de devolvernos la dignidad personal de actuar bien, para contar con las evidencias y controles necesarios para exigirle a nuestras Autoridades una sola situación: que cumplan con la ley o sean sancionados como procede.

 

*Académica e investigadora

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