Estados Unidos es uno de los principales países promotores de la democracia y de la salvaguarda de los Derechos Humanos. El rol que ha jugado a través de los años ha sido de suma importancia, sobre todo en cuanto a organismos e instrumentos internacionales aplicables a la protección de estos derechos.

Ante el mundo, Estados Unidos ha estado siempre del lado de los países responsables, que sentaban el ejemplo para el resto del mundo. País comprometido con la democracia y los valores que con ella conlleva. Participó activamente en momentos cruciales para la democracia como; la guerra de Corea, Vietnam, etc.

Cómo con todos los héroes, este deja de serlo cuando el villano desapareces. En el caso de Estados Unidos la Unión Soviética desapareció desde hace casi 30 años y el villano por excelencia habría de desparecer.

El 11 de septiembre de 2001, todo cambió radicalmente a partir de los ataques terroristas perpetrados en las ciudades de Nueva York, y de Washington DC en Estados Unidos. El mundo tenía finalmente un nuevo villano; el terrorismo. El problema principal con el terrorismo de impacto global es que no tiene una cara definida, se ha presentado como Al QAEDA y ahora se presenta en su forma de Estado Islámico (ISIS).

Los países tienen que respetar el derecho internacional vigente mientras que los grupos terroristas pueden actuar al margen de la ley. Esto deja a países como Estados Unidos en desventaja, ya que son ellos quienes respetan los límites sistemáticos, como son; el respeto a los derechos humanos y otros valores y principios relevantes.

Estados Unidos a raíz de los atentados del 2001, facultó a las autoridades dentro de su país a violentar ciertos derechos, a través de su acta patriota. En donde los derechos de las personas sospechosas de terrorismo se limitaban en pro y salvaguarda de la seguridad nacional. Métodos inusuales eran utilizados para obtener confesiones, pues de acuerdo con su justificación, solo así sería posible luchar contra un terrorista que podía presentarse en cualquier forma y en cualquier lugar. Gran parte de esta disposición fue declarada inconstitucional, precisamente por contravenir las disposiciones contemplada en su carta de derechos (Bill of Rights) y otras disposiciones constitucionales.

Ya han pasado casi 20 años de aquel atentado terrorista, y Estados Unidos aún no ha podido garantizar la salvaguarda de su territorio y lograr una seguridad nacional invulnerable. Es por esto por lo que ha adoptada medidas de seguridad importantes para admitir a extranjeros dentro de su territorio. Los interrogatorios, y procedimientos para obtener una visa para ingresar al país se vuelven cada vez más complejos.

Es cada vez más difícil que la gente que busca cruzar aquella frontera de forma indocumentada lo logre. Las autoridades que ejecutan las disposiciones de migración y aduana son cada vez más estrictas, a pesar de la existencia de algunas ciudades santuario.

El gran debate que existe hoy en la comunidad internacional es si las actuaciones por parte de aquel país se encuentran dentro de su derecho de Estados Unidos como país soberano, o si ya se han vuelto responsables de un incumplimiento sistemático a las disposiciones internacionales.

Lo que sí es una realidad, es que este país no está obligado a recibir extranjeros en ninguna de sus formas; inmigrantes, refugiados, etc. Es su prerrogativa decidir a quienes y bajo que condiciones se recibirán a las personas que no cuenten con la nacionalidad estadounidense. Cruzar de manera indocumentada a territorio de Estados Unidos, además de haberse vuelto muy peligroso, es una mala estrategia pues difícilmente se logrará regularizar la situación migratoria dejando a estas personas sujetas a la deportación y repatriación.