No quiero compartir a mamá

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Mónica CANO


Diciembre 04, 2018

La primera vez que vi a Dany, percibí un niño muy agradable y contento, que a pesar de la enfermedad nunca se le vio decaído o triste; por el contrario, con muchas ganas de salir adelante y también era muy considerado con su madre. Sin embargo, en su siguiente consulta (cuestión solamente de un mes) algo había cambiado en él; se mostraba muy rebelde y se enojaba con mucha facilidad. Al preguntarle a su madre, ella no lograba definir un momento crucial al que atribuirle el cambio y al preguntarle a él sobre qué lo ponía tan de malas, nunca contestaba y se quedaba callado.

En la mayoría de los casos de cáncer infantil, es la madre la que se hace cargo del niño enfermo, al pasar tanto tiempo de convivencia es esperado que se forme una estrecha relación entre ambos. Por la experiencia traumática de la enfermedad y al ser el cuidador el que satisface todas las necesidades de protección, se fortalece el vínculo, y a su vez se puede desarrollar un apego inseguro-ambivalente. Cuando la madre no presenta esta misma disposición de cuidado o tiene que dividir la atención entre hermanos, el niño busca maneras para volver a captar la atención de su madre, manifestando un estado de inmadurez y/o dependencia.

Dany parecía un niño que estaba pasando una situación como ésta, pero, ¿qué sucedió entonces? Tras unas cuantas sesiones se pudo definir qué había detonado el cambio en Dany. El menor, al estar iniciando en etapas tan intensas de su tratamiento, pasaba prácticamente todo el tiempo con su mamá. Sin embargo, al entrar a una etapa más tranquila, su hermano comenzó a acompañarlos constantemente, provocando en él un verdadero enojo por tener que "compartir" a su madre. En este caso, era evidente la constante búsqueda de captar la atención de su madre, al no querer compartirla con su hermanito y parecer estar "compitiendo" por ella. Se trabajó en terapia con Dany la identificación y expresión de emociones. Con la madre, se trabajaron aquellas conductas que promovían el apego inseguro, para disminuirlo paulatinamente. Si bien aún se encuentran trabajando lo anterior, se ha percibido cierta mejoría en el menor y su madre está mucho más tranquila.

En Una Nueva Esperanza, asociación para niños con ca?ncer, velamos por el bienestar psicolo?gico y emocional, su?mate donando.

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