En periodos de crisis la vulnerabilidad de las personas y las organizaciones se hace evidente. Cuando nos damos cuenta de ella la primera reacción es miedo, inseguridad y hasta vergüenza… y toma un poco de tiempo comprender que en realidad la vulnerabilidad es una oportunidad de crecer y mejorar. Una posibilidad de conocerte y aceptarte mejor y saber que puedes seguir, y disfrutar bajo una realidad con ciertas condicionantes, que más que negarlas, deben incorporarse para permitir el desarrollo de todo el potencial.

A nivel de las organizaciones, la vulnerabilidad es algo que normalmente tendemos a combatir, puesto que el ADN normal de un negocio es controlar y hasta predecir, la incertidumbre es un claro enemigo de la rentabilidad, y el sentirte o saberte vulnerable como organización mina muchos de los supuestos estratégicos y de ventajas competitivas de los modelos de negocio y de toda la teoría del "business" que hemos desarrollado. La vulnerabilidad es fracaso…

Sin embargo, el saberte vulnerable y además aceptarlo puede ser una buena forma de impulsar los cambios y ser más innovadores y creativos. Bajo el mantra de la vulnerabilidad nos volvemos más profundos en los pensamientos y en las reflexiones, por lo que los procesos de decisiones, aunque podrían llevarnos mayor tiempo, consideraran otros aspectos que muchas veces por soberbia organizacional no consideramos en la formula y que pueden ser la diferencia entre ser realmente estratégico o solo aplicar los supuestos de la estrategia a un nivel superficial.

La vulnerabilidad aceptada dentro de una organización, puede ser un buen camino para que ésta funcione como una organización claramente imperfecta… si lo piensan bien, ninguna organización será perfecta en ningún momento, todo está en constante cambio y transformación todo el tiempo, así que para cuando creas que has logrado una meta o llegado a lo que se pretendía, temo decirte que ya no es relevante, porque el contexto ya cambio… así que al aceptar la vulnerabilidad lo que realmente estás haciendo es liberar una gran cantidad de energía en ocultarla o negarla, para usarla como el mejor motor para el cambio, la innovación y la transformación. Existen ciertas imperfecciones que más que ocultarlas debemos mostrarlas y aceptarlas, no por negarlas van a desaparecer o los demás no las van a ver. Más bien, si las incorporas a tu "mindset" organizacional, serán características únicas que conjugadas con aquellos aspectos en los que la organización es fuerte y tiene oportunidad, darán como resultado una mezcla única… que de forma imperfecta te pueden transformar en una organización con sentido, notable y difícil de imitar…

*Si quieres profundizar más del tema busca en TED.com los vídeos de Brené Brown, de quien me inspiré para escribir las líneas anteriores.

*Director del Departamento de Gestión y Liderazgo, Región Sur

Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey en Puebla

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@JorgeAOT

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