Movilidad urbana (I)

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Jesús TAMAYO


Diciembre 18, 2018

Desde el inicio de nuestra especie, hemos tenido la necesidad de desplazarnos con eficiencia en el espacio en que vivimos, y frecuentemente con más rapidez de lo que podemos hacer con nuestras piernas. Desplazarnospara huir de algún enemigo, para socorrer a algún hermano en peligro o para llegar prontamente a nuestras tareas cotidianas.

Como sabemos, una primera solución fue adiestrar a algunas bestias para transportarnos en ellas o para utilizarlas para mover productos de un lugar a otro. Ya Aníbal, 218 años antes de nuestra era, usóbestias de carga para cruzar con su ejército Los Alpes y vencer a los romanos. La historia antigua está llena de historias de carros tirados por caballos y de guerreros a caballo desplazándose sobre caminos o veredas naturales; es decir, de tierra (sin mencionar por ahora el uso debarcazas utilizadas para viajar por ríos y costas). Mil años después, por uno de aquellos caminos, el de la seda, Marco Polo llegó y volvió de las tierras del Kublai Khan. Esta fue la realidad de la movilidad humana terrestre hasta hace poco más de 250 años; es decir hasta la llamada "revolución industrial" y el descubrimiento y utilización de la fuerza del vapor.

En 1769,J. Watt patentó la máquina a vapor. Este avance se aplicaríaañosdespués por G.Stephenson, quienideó la locomotora yen 1829 logró que ésta se moviera con la sola fuerza del vapor. Entoncescomenzó la difusión por el mundo de las locomotoras a vapor. El motor a vapor movería al hombre. Tres años después, R. Fulton, navegaría por el río Hudson en un barco a vapor. A partir de entonces la navegación marítima se haría justamente en barcos llamados "vapores", nombre que aludía a la fuerza que los hacía moverse.No faltó la idea de construir un sustituto del caballo. Así, el francés Cougnot construyó en 1769 un auto-móvil a vapor, pero su idea no prosperó. Pronto fue claro que el motor de vapor podía ser sustituido con ventaja por el motor a gasolina,más pequeño y eficiente.

Ya en las últimas décadas del siglo XIX hubo pioneros que construyeron prototipos de automóviles impulsados por motores a gasolina. En 1860,EtienneLenoir patentó el primer vehículo impulsado por un motor de combustión interna a gasolina.

Constructores de prototipos fueron los alemanes Karl Benz en 1885 y Daimler en 1889. Simultáneamente, en Francia, Panhard en 1889 y Peugeot en 1891, hacían lo propio.

Hasta finales del siglo XIX los automóviles fueron básicamente prototipos, fue hasta la primera década del siglo XX que el público lesvio como algo útil e hizo nacer a la industria automotriz.Los constructores de prototipos poco después encabezarían empresas constructoras de automóviles. Poco antes de la Primera Gran Guerra, las plantasautomotrices de Henry Royce en Inglaterra, de Ettore Bugatti en Italia y de Ford en Norteaméricallenaron el panorama automotriz global. En los años de la posguerra, entran en la competencia Volkswagen y las plantas japonesas.

Cabe recordar que fue justamente en el siglo XIX cuando los asentamientos humanos hicieron explosión y surgió la metrópoli, la gran ciudad millonaria en habitantes. La metrópoli y el automóvil están hermanados en el tiempo.

En estas últimas décadas, el automóvil entró a la vida del hombre común. Creyendo ganar autonomía de manejo, lo aceptamos y hemos terminado siendo sus sirvientes. Hasta la fecha, nuestra vida depende de la posesión o no de un automóvil que, además, se ha vuelto un símbolo de estatus social.

Pese a ello, el sueño dealcanzar una mayor movilidad con nuestro automóvil se ha desvanecido. Hoy nuestrasgrandes ciudades repletas de automóviles hacen que la movilidadde sus habitantes sea prácticamente nula.Hay que vernos en el espejo de nuestra capital o de nuestra conocida Nueva York ¿Es ésto lo que esperamos para nuestra querida Puebla? Abundaremos más en el siguiente artículo.

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