Jueves 20 de Diciembre de 2018

 

"Necesitamos una nación donde la corrupción

no sea una forma consentida de gobernar."

Javier Diez Canseco

 

 

La Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción y el Comité de Participación Ciudadana presentaron hace unos días el borrador de la Política Nacional Anticorrupción. La propuesta establece los siguientes ejes rectores, a partir de un diagnóstico que llevó a cabo mediante un análisis cuantitativo y cualitativo para identificar 60 prioridades de política que permitirán implementar líneas de acción concretas:

  1. Combate a la impunidad.
  2. Control de la arbitrariedad.
  3. Fortalecimiento de la interacción Estado–sociedad
  4. Involucramiento de la sociedad en el control de la corrupción.

Los ejes están acompañados de cuatro visiones transversales:

  1. Derechos humanos.
  2. Coordinación interinstitucional.
  3. Tecnologías de la información.
  4. Apertura gubernamental.

Dicha propuesta es producto de un proceso participativo, en el que se realizaron tres ejercicios de consulta a la opinión pública para establecer las grandes avenidas de la propuesta de la política nacional en esta materia. De ahí tenemos:

  • Consejo consultivo: Se integraron múltiples insumos generados por expertos de la sociedad civil organizada, sector privado, sector público y organismos internacionales.
  • Consulta ciudadana en línea: Se realizaron 64 entrevistas a profundidad con expertos y se aplicaron 19 mil encuestas en línea a ciudadanos de diversos estados de la República, rangos de edad y sectores sociales.
  • Foros de consulta regional: Se llevaron a cabo 8 Foros en el país con la asistencia de casi mil personas, entre las que destacan los integrantes de los Comités de Participación Ciudadana de los Sistemas Estatales Anticorrupción, así como representantes de la sociedad civil, sector público y privado.

Son buenas noticias que se haya podido integrar una propuesta que servirá de bisagra para el Sistema Nacional Anticorrupción y el funcionamiento de todo el andamiaje institucional que lo compone. Es de subrayarse que entre las prioridades del documento ejecutivo está la procuración e impartición de justicia en materia de delitos de corrupción, el fortalecimiento del servicio público, la corresponsabilidad empresarial, y por supuesto, la importancia de la participación ciudadana; sin embargo, aún está pendiente el nombramiento del fiscal anticorrupción para que se integre por completo el Comité Coordinador, así como la definición del presupuesto para 2019, que entre todos los órganos deberán erogar de forma efectiva, responsable y con una visión compartida. Siendo un asunto no menor en este momento, ya que la SESNA tendrá que llevar a cabo la plataforma nacional y la política nacional, bajo las actuales políticas de austeridad y redistribución que se han establecido con el nuevo gobierno.

Sin duda, uno de los aspectos más destacables de esta propuesta de política nacional anticorrupción es el enfoque de la nueva política, ya que coloca en el centro de atención a los ciudadanos para entender que el fenómeno de la corrupción es un problema que afecta a toda la ciudadanía, independientemente del rol que se desempeñe en la sociedad, y requiere, por tanto, de las y los ciudadanos en su conjunto en la búsqueda de soluciones. Más allá de la voluntad política o la responsabilidad del gobierno en esta materia, es la ciudadanía el pilar de acero de esta propuesta. Lo cual es una visión acorde con el proceso de democratización que vivimos en el país desde hace décadas; aunque implica grandes desafíos para quienes no son gobierno, como pueden ser: combatir la falta de interés de la ciudadanía más allá de una jornada electoral, alcanzar los conocimientos elementales sobre el Sistema Nacional Anticorrupción, o desarrollar mecanismos para interactuar entre individuos o colectivos en la construcción de alternativas de solución al problema de la corrupción.

Estamos en tiempos marcados por el cambio en el ejercicio del poder político; y es en este sentido que planteo la urgencia de contar con más ciudadanos que estén a la altura de las circunstancias de la enorme decisión que se tomó en las urnas. Somos un país en el que a pesar de ya tener asumida nuestra responsabilidad cívica en la formación de gobiernos, todavía estamos construyendo ciudadanía en el acompañamiento del ejercicio del poder. Deberíamos enfrentar el problema de la corrupción en coordinación entre el gobierno, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil, como creo que ya se logró en la participación política de los ciudadanos cuando acuden a una elección. La educación cívica será clave para una participación ciudadana efectiva en un ámbito de acción política que requiere hoy de la unidad nacional.

*Profesora de tiempo completo del Tecnológico de Monterrey

@floresm_mx

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