Puebla parece recién cerrar un capítulo complicado y tenso para iniciar otro con mayores riesgos, y la inestabilidad sigue presente. La muerte de la gobernadora a 10 días de iniciar su gestión, junto con el senador y exgobernador Rafael Moreno Valle, cimbró al estado y a los poblanos, en plena víspera de Navidad.

Recién cerramos un capítulo de incertidumbre con la elección impugnada, observada y señalada por un presunto fraude electoral que se extendió hasta un conflicto entre magistrados del Tribunal Electoral Federal, a diferencias políticas mayormente marcadas, a cerrazón del diálogo entre actores gubernamentales y de poder, a un clima de inconformidad y de división social. Con esto, el panorama por venir advierte de tensión.

Hoy más que nunca, a días de concluir el año 2018 -un año complicado para Puebla y los poblanos,- son necesarios los acuerdos en voz de nuestros representantes populares, de los líderes empresariales y académicos. Este 24 de diciembre, no solo se vio la muerte trágica de la pareja política que gobernó Puebla, también de dos actores que incidieron en el ejercicio político de México y se apuntalaban para ser fuerte opositores al gobierno federal en turno.

Pero también se vio un México polarizado, dividido por las diferencias políticas, impulsado por supuestos "líderes de opinión" que mostraron su peor cara en el ejercicio de la comunicación al propagar especulaciones, aventar a la opinión pública posibilidades de atentado sin sustento, a lanzar noticias falsas en medio de la urgente necesidad informativa sobre la claridad del presente y futuro de un estado.

Empezar un 2019 en incertidumbre, preocupa. Los poblanos sabemos lo que se viene en medio de un Congreso local donde las diferencias imperan sobre los acuerdos y donde los actores políticos priorizan la oposición sobre la conciliación, todo esto en medio de una Puebla con graves problemas como el huachicol, los feminicidios, robo a trenes y el asalto al transporte de carga, que posicionan a la entidad en un escenario desfavorable.

Ningún representante del gobierno federal acudió al mensaje de inicio de gobierno de Martha Erika, ya para su muerte, era obligada la presencia, y correspondió a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, quien fue abucheada y señalada por los simpatizantes de Martha Erika, con gritos como "Fuera" y "Justicia", aún y con el compromiso del presidente López Obrador de no escatimar en recursos para aclarar el hecho en el que fallecieron la gobernadora y el senador. Claramente hay presión hacia el gobierno federal.

El movimiento digital #AMLOAsesino empezó a cobrar relevancia, también motivado por quienes decidieron esconder el traje de profesionales y convertirse en inquisidores. El gobierno poblano impulsó el suyo #PueblaDeLuto. El gobierno federal respondió con #ConLaTragediaNo y #CompromisoConLaVerdad, mientras que los simpatizantes del Presidente activaron #AMLONoEstasSolo.

Una ventana a lo que somos como mexicanos se observa sobre quienes se ufanaron del hecho trágico y quienes pidieron detener las especulaciones: la división. En medio de esto, quienes tenemos como trabajo, informar, el compromiso es mayor: claridad y confirmación de hechos, es base del ejercicio periodístico y del actuar con civilidad.

Jefa de Información de El Popular / [email protected] / @Luz_HernandezG