Gali y Banck, vidas equidistantes

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Israel VELÁZQUEZ G.


Enero 11, 2019

Durante las honras fúnebres que se rindieron el 25 de diciembre de 2018 a Martha Erika Alonso Hidalgo y Rafael Moreno Valle Rosas, el ya para entonces exgobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, aseguró que el mejor regalo que puede hacerse a la memoria de ambos políticos es que el Partido Acción Nacional gane las elecciones extraordinarias a las que deberá convocar el Congreso por el deceso de quien es la primera gobernadora del estado.

"Lo dije hace un momento y lo reitero: el mejor regalo que le podemos dar, además de esclarecer este accidente, es ganar nuevamente las elecciones. Ese es el mayor trabajo que tenemos hoy y ese es el compromiso que tenemos que hacer para Martha, para Rafael, para Héctor, para Toño y para Cope", dijo con lágrimas en los ojos.

Hasta antes de esa declaración, que muchos han tomado como el banderazo de salida para que el morenovallismo se preparara para la elección extraordinaria, los reflectores los tenía Luis Banck Serrato, exalcalde de la capital del estado y actual jefe de Oficina del Gobierno. Con un desafortunado y beligerante discurso, en el mismo evento fúnebre exigió justicia: "Ella defendía las causas sociales y él trabajaba para construir un México mejor. Martha Erika era un alma capaz de inspirar a los demás, y Rafael era capaz de mover e inspirar voluntades (…) A pesar de las agresiones de diversos actores en contra de su equipo y de su triunfo, nunca se dio por vencida. Por ello, en nombre de sus familiares, colaboradores y amigos, exigimos que se lleve a cabo una investigación profesional e independiente que no deje lugar a dudas de las causas del accidente (…) Exigimos justicia: quienes los conocimos, quienes los queremos, quienes creemos en sus causas, nos reclaman la paz que Puebla y México merece. Martha Erika pensaba que las campañas quedaron atrás y que era hora de la reconciliación."

Las inusuales palabras de Banck calaron hondo en el morenovallismo que cerró filas con él sin medir quizá que lo que estaba en juego era el liderazgo del grupo que aún hoy día sigue sin un líder nato como Rafael Moreno Valle Rosas.

Antonio Gali Fayad, junto con Banck, fue uno de los pocos que supieron bien que de lo que se dijera e hiciera ese día, en ese momento, antes o después del homenaje, era decisivo para la carrera individual y para el grupo todo.

Ahí, en la Plaza de la Victoria en la zona de Los Fuertes, esa tarde del 25 de diciembre de 2018 comenzó la disputa para saber quién administrará la herencia política que dejó Moreno Valle y, aunque se menciona el nombre de otros dos hombres poderosos en el estado -Eukid Castañón, exdiputado federal y operador político, y Roberto Moya Clemente, cerebro financiero y suplente en el Senado de Moreno Valle-, la disputa por ser la cara visible del grupo está entre Gali Fayad y Banck Serrato.

Gali es hasta ahora el interlocutor morenovallista de mayor nivel que reconoce el gobierno federal del presidente Andrés Manuel López Obrador para definir quién será el interino de Puebla y sí, su voz es la de mayor peso para definir, junto con la Secretaría de Gobernación, quién de los 23 aspirantes al interinato será el bueno.

Después vendrá la elección del candidato del Partido Acción Nacional y ahí, no lo dude, podría surgir de nuevo el nombre de Luis Banck Serrato, siempre y cuando Gali logre meter al redil y liderar a Eukid Castañón y a Roberto Moya o éstos dos convencerlo a él de que Banck es la mejor carta para ir a los comicios.

Ya le contaremos esa historia.

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@IsraelV_mx

*Director Editorial El Popular, diario imparcial de Puebla

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