Amigos imaginarios

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Liliana COSIO


Enero 22, 2019

Los amigos imaginarios en los niños representan una figura que les da seguridad en situaciones donde se sienten solos e indefensos o en lugares donde nunca antes han estado y no saben cómo reaccionar; pueden ser de distinta naturaleza, como personas u objetos, peluches, monos o personajes inventados. Y es con ellos con quienes el niño tiene un espacio para conversar, jugar y pelear.

En general, se supone que los amigos imaginarios tienen una función positiva para los niños en momentos en que ellos no son capaces de expresar bien sus sentimientos. Incluso hay ocasiones en que sus propios sentimientos negativos se los atribuyen a ellos. Por ejemplo, para evitar un reto o castigo cuando el niño hace algo malo culpa a sus amigos imaginarios. Se da en niños más sensibles que están mucho más conectados con la imaginación y con la con la fantasía.

Algunos estudios señalan que los niños que tienen amigos imaginarios serán más creativos cuando grandes y se acercarán al arte, a la poesía y en general, a expresiones del tipo artísticas. Por lo mismo, se ha visto que estos niños están más alejados de tener conductas agresivas.

Se supone que este fenómeno se da en un periodo que no abarca más allá de los seis años, ya que termina cuando los niños se incorporan al colegio y tienen otros amigos con quienes conversar, pelear, discutir o jugar.

Si se extiende en el tiempo y a pesar de que el niño ya está en el colegio y no socializa con sus compañeros, si tiene una conducta retraída, podría transformarse en un problema. Al igual que si su amigo imaginario se torna violento o si el niño comienza a tener conductas agresivas. En ese caso se debe consultar a un especialista.

En cuanto a los padres, hay que mencionar que según estudios, cerca del 25% de ellos no se percata de que sus hijos tienen un amigo imaginario.

Entonces, el principal consejo para ellos es que entiendan que no es algo patológico ni anormal y que deben estar cerca del niño para acompañarlo y así saber qué es lo que necesita o qué está queriendo compensar con su amigo imaginario.

No es bueno negarles que existe; sino que deben incorporarlo de una manera muy sutil, no alentar al niño y que no sea una conducta que mantenga a lo largo del tiempo.

Tienen que preguntarle en qué lo ayuda este amigo imaginario y qué cosas hace él para que los padres sepan qué busca y qué está expresando a través del amigo imaginario.

Los amigos imaginarios son normales hasta la edad de 10 años, después de esta edad ya no es recomendable. Es de suma importancia el tomarse el tiempo y ver si su hijo está considerando al amigo imaginario en todo momento o si sólo es de manera ocasional.

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