La gerencia del CH, ¿producto de política pública?

  • URL copiada al portapapeles

Sí, la gerencia del Centro Histórico (CH) es un instrumento de política pública y en tal sentido es un instrumento central para la planeación y gestión de políticas del CH con visión de largo plazo, que tiene enfrente los problemas de habitabilidad, movilidad, profundización de soluciones para el espacio público, y lo que de ello resulta, inclusión y competitividad urbana. Siendo muy importante quién use el instrumento (una guitarra en manos de un virtuoso es un concierto, en manos de cualquiera es una caja de ruidos).

Por cierto, la gerencia es resultado de una demanda social muy perfilada a lo largo de décadas. La escuché, con otro nombre por supuesto, al distinguido profesor Pedro Palou en el edificio de la Aduana Vieja, en una conferencia universitaria, cuya mesa tuve el honor de compartir. En diversas ocasiones fui testigo de cómo el doctor Eduardo Gutiérrez y Reyes elaboraba los argumentos para su activación, idea marginada a finales del gobierno municipal de la licenciada Blanca Alcalá.

Las ideas del Implan y de la gerencia del CH nacieron juntas en aquella época de ansia innovadora. Pero mientras el Implan mostró dinamismo consecuente, puesto que aprovechó toda la infraestructura institucional, incluidas las capacidades, la gerencia, por su parte, instaurada varios gobiernos después, encontró múltiples obstáculos. Sin embargo, la Gerencia del Centro Histórico es resultado de una estrategia para el diseño oportuno de políticas públicas en aquel territorio simbólico, cuyo problema práctico es ser muy extenso y la tendencia histórica de la intervención, salvo excepciones como la del profesor Murat, suele ser focalizada (a veces un poco desafortunada, como en las áreas de Los Fuertes, donde lo prioritario hoy es regresar a los habitantes el mayor espacio público, vale decir, restituir lo que antes de 1984 tenía); otro problema a evitar es que las intervenciones reproduzcan el efecto Mateo, equivalente a darle más a los que más tienen…En breve, la clave de intervención en el Centro Histórico está en la reproducción sustentable de la vida de barrio, que ahora se encuentra muy disminuida. De lo que se trata pues es de imprimirle sostenibilidad a las acciones institucionales; o sea, mantener una dirección pública y evitar ir a la deriva de las acciones privadas.

En apariencia es sencillo. La gerencia cuenta con un instrumento regulador que es el programa parcial, cuyo alcance es amplio y abarca conceptos claves, como habitabilidad y movilidad. En cambio, carece de plan de manejo que paute las líneas estratégicas de la gestión urbana. Las administraciones pasadas trabajaron duro en ello, pero la tarea aún está inconclusa, quizá ante los cambios súbitos. Todo lo cual hoy urge.

La pregunta es: ¿Cómo intervenir un territorio simbólico, extenso y diverso, patrimonio de la humanidad, agregándole valor público?

***

La comunidad de urbanistas de Puebla resiente la pérdida del arquitecto Rufino Martínez Bruno, fallecido el jueves de la semana pasada. Urbanista forjado en los avatares de la función pública y al fragor de la expansión urbana en Puebla, ejerció funciones de administración y gestión urbana con eficiencia. Como consultor elaboró los instrumentos de planeación urbana de los municipios de San Martín Texmelucan y San Andrés Cholula, a principios de la década de los noventa (entre otros importantes). Fue director de Desarrollo Urbano del gobierno municipal del licenciado Marín y desde ahí dirigió su Plan Municipal de Desarrollo Urbano. Ulteriormente se le ofreció la Subsecretaría de Desarrollo Urbano del Gobierno del Estado, misma que rechazó por considerar inadmisibles las condiciones impuestas por el nuevo secretario. Desde entonces, aquel gesto de dignidad me definió su persona.

[email protected]

  • URL copiada al portapapeles