¿Cuándo ir a terapia psicológica?

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Gina URIBE


Febrero 10, 2019

Todas las personas a lo largo de su vida van teniendo situaciones y problemas que solucionar. Lo ideal es que por sí solas encuentren las herramientas necesarias para poder salir adelante; sin embargo, en ocasiones es necesario pedir ayuda.

Los amigos, un familiar, un sacerdote, un maestro o un tutor suelen ser buenas opciones para ello y generalmente poder hablar de un problema es por sí misma una técnica ideal para hacer catarsis, analizar, mostrar las emociones y encontrar soluciones a lo que está ocurriendo, pero ¿qué pasa cuando ya has intentado todas estas opciones y sigues sin encontrar lo que estás buscando y no ves una solución?

Aquí es donde entramos los terapeutas y especialistas en la salud mental para ofrecer otros caminos para sanar la mente.

Existen diferentes tipos de terapias psicológicas que van desde lo confrontativo hasta lo conciliador. Terapias que conllevan un número específico de sesiones hasta las que se van diseñando de acuerdo a las necesidades de cada paciente. Terapias que te ayudan a analizar un problema y encontrar una solución racional hasta aquellas que exploran el subconsciente en búsqueda de caminos que ayuden a evitar el sufrimiento, mejorar las relaciones interpersonales, alejarse de adicciones o conductas destructivas.

Todas y cada una de ellas funcionan y aportan a las personas medios más saludables para encontrar caminos terapéuticos pero depende de tu estilo de vida, de tu personalidad y de tu carácter lo que hará la diferencia pues es necesario recordar que incluso la empatía que se logra con el especialista desde la primera sesión.

También hay que considerar que el que el terapeuta sea una persona con la que no tienes un vínculo emocional ayuda mucho para poder salirse de la caja y visualizar el problema a resolver a una distancia que permita tener más objetividad en el asunto.

Es como si necesitaras otros lentes para ver y entonces te pusieran sobre la mesa distintos modelos, distintas graduaciones, distintos colores de cristales que te ofrecen una visión y perspectiva de las cosas distintas cuando pruebas unos u otros, vamos, como que te puedes salir de tus zapatos y poner en otros y de esa manera jugar a ser alguien más y encontrar nuevas herramientas y formas para vivir.

El aceptar que todos necesitamos ayuda aunque sea una vez en la vida es de humanos y la única forma de crecer y seguir aprendiendo es aceptando esta perfecta imperfección que sólo tenemos los seres humanos.

Así que la próxima vez que te preguntes si necesitas terapia para resolver algo o simplemente para tener un enfoque diferente, habrá llegado el momento de intentarlo.

Gina María Uribe

@ginapsicoterapeuta

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