La NAU:la inclusividad, la ciudades para todos

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Jesús TAMAYO


Febrero 18, 2019

Hemos apuntado aquí algunos de los compromisos adquiridos por el Estado mexicano al suscribir, junto con otros 196 Estados participantes en la pasada Conferencia internacional de HABITAT III en Quito, Ecuador, un documento llamado Nueva Agenda Urbana (NAU), misma que contiene una serie de nuevas y no tan nuevas obligaciones para con las autoridades locales encargadas del gobierno y de la gestión/administración de nuestras ciudades. El ideal de la Agenda es que todas las personas gocen de igualdad de derechos y acceso a los beneficios que las ciudades puedan ofrecer.

Los participantes de HABITAT III entendieron que las ciudades pueden ser una fuente de soluciones a los problemas que enfrenta nuestro mundo hoy, y no sus causas. Soluciones, mediante una buena planificación y una buena gestión.

Comentamos aquí la semana anterior algunas primeras implicaciones de hacer nuestro el compromiso de la sustentabilidad de las acciones en el medio urbano y ejemplificamos con lo que ello quiere decir para el servicio de limpia, tarea de las autoridades locales.

Otro ejemplo de compromiso con la sustentabilidad urbana podría ser el aceptar que todas las ciudades deben de dedicar un cierto por ciento de su superficie como áreas verdes. No estamos lejos de que los ciudadanos o las mismas autoridades confrontemos nuestra localidad con otras ciudades en esta materia, nos demos una meta a alcanzar y trabajemos para lograrla.

Otra meta de la NAU es lograr que nuestras ciudades sean inclusivas y seguras; ello quiere decir que la ciudad debe ser para todos. Éste es un gran compromiso. Por ejemplo, si nuestras autoridades locales aceptan que nuestra ciudad debe ser amable con los adultos mayores, deberían seriamente considerar la repavimentación de buena parte de las banquetas de la ciudad, frecuentemente destruidas por el tiempo, los árboles o las obras de los vecinos, dado que su tránsito se vuelve entonces dificultoso y demanda habilidades juveniles para su uso. Por otra parte, la tercera edad también demanda espacios abiertos para el descanso con mesas para el juego de adultos.

Y algo similar puede decirse respecto de la población juvenil que demanda amplios espacios de juego. Y si nuestra ciudad debe ser amable también para con los menores, debiera estar inundada de espacios ajardinados con juegos infantiles.

Y planeadores y autoridades no pueden olvidar que, en todas las edades, la mitad de la población es femenina y requiere un trato aún más amable. La población femenina demanda que en todas las calles de nuestras ciudades exista iluminación y vigilancia, viejas tareas de las autoridades locales.

Los autores de la NAU reconocen que no existe una receta única para mejorar la urbanización y lograr un desarrollo sustentable, pero la NAU proporciona los principios y las prácticas probadas para dar vida a ese ideal y trasladarlo del papel al mundo real.

El mundo se urbaniza a una velocidad sin precedentes. Hoy estamos en una coyuntura decisiva en la historia de la humanidad. Debemos pues repensar la forma en que planificamos, construimos y gestionamos nuestros espacios urbanos. Y ello, nos dice la NAU, no es una opción, es un imperativo.

* Arq. y M.D.U. [email protected]

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