Estamos sometidos a la producción de la verdaddesde el poder

y no podemos ejercitar el poder más que a través

de la producción de la verdad.

Michel Foucault.

Hablando con algunos jóvenes sobre el tema de la violencia de género a través del uso de datos personales en las redes sociales reflexionaba sobre lo siguiente: hay muchas ideas, formas de respuesta que se imprimen en nuestras mentes a través de las actividades cotidianas, lo que hacemos, lo que vivimos hace que veamos como normales comportamientos que pueden ser considerados como violentos.

¿Qué quiere decir normal? Es algo que sirve de norma o regla para la mayoría, pero no siempre es lo mejor o más positivo para todos. Se acepta como norma porque ha adquirido un grado de normalización, en la mente de la mayoría es aceptado como una forma adecuada de responder hacia algo o hacia alguien. Esta norma va a reforzarse a través de recompensas hacia quienes se aproximan a esa norma o castigos para aquellos individuos que se desvían de este ideal.

Cuando alguien publica algo en las redes, hay una serie de premios o castigos en forma de comentarios que aceptan o rechazan lo que se ha publicado, estas críticas hablan de las normas del grupo que está leyendo la publicación. Cuando más la rechazan, hay mayor castigo.

La violencia de género tiene un alto grado de normalidad, hemos aceptado como normales conductas que son violentas. La normalización de la violencia no puede separarse de las convicciones personales, las ideologías políticas y morales. Me muevo en el entorno y respondo a él a través de mis creencias, de las ideas que tengo, las expreso en el discurso, pero también en las acciones que realizo hacia los demás.

La normalización de la violencia de género nos implica a todos. Cada uno de nosotros es parte de este tipo de vínculos que reproducen la violencia. Es importante comprender el fenómeno, si se quiere transformar. No se trata de enjuiciarlo porque todos somos parte de él. También colaboramos con la normalización al participar en las redes escribiendo comentarios.

Para Foucault, el concepto de normalización está ligado al de poder y en oposición al de individualidad. La forma como nos organizamos permite que el poder se mantenga de cierta manera, por eso es importante mantenerlo, a nivel de la estructura social. Pero esto permite que coexistan prácticas que pueden ser inadecuadas para el individuo, aunque sirvan a las estructuras del poder. Se sacrifica al hombre por una necesidad social.

La violencia contra las mujeres, por el hecho de ser mujeres se sostiene en la mente a través de las acciones que realizamos todos los días, incluyendo las que se realizan en las redes sociales. Pero las consideramos como menos reales porque publico algo y apago y me da la sensación de que desaparece, pero no lo hace, se mantiene en el tiempo. Cuando vuelvo a conectarme me encuentro con muchos comentarios apoyando o criticando aquello que se publicó.

Hay realidad en lo que estoy experimentando en las redes, aunado a la deshumanización que ocurre porque siento que no me estoy exponiendo a mí como persona, nadie sabe que lo puse yo, lo pongo ahí y no es tan evidente, tan notorio. Estamos viviendo un mundo nuevo, donde existen distintos niveles de interacción, hoy nos comunicamos e interactuamos de diferentes maneras. Esto nos da una sensación de irrealidad enorme, publico algo y siento que realmente no existe, pero existe. Lo que publicas en las redes sociales existe y forma parte de ti mismo, es una extensión de tu persona.

Es por ello que es importante que consideres cuál es tu responsabilidad, las publicaciones que realizas, la información que compartes, la información de otros que tú compartes. Todos somos responsables de ello. Si tu recibes información personal de alguien más y la reenvías, sin su consentimiento, estás incurriendo en un delito y podrías ser responsable del daño contra esa persona. En Puebla, este tipo de prácticas ya son consideradas un delito.

El mundo del internet no termina al terminar la pantalla, lo que ocurre en internet trasciende. Debemos comenzar a crear nuestras propias verdades, aquellas que nos implican como sociedad responsable que se cuida a sí misma, que protege a sus individuos desde el individuo mismo.

*Profesora de Cátedra del Tecnológico de Monterrey en Puebla

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