Martes 12 de Marzo de 2019

 

"Confieso que tengo una ambición legítima:

quiero pasar a la historia como un buen Presidente de México."

Andrés Manuel López Obrador

 

El fin de semana pasado el Presidente de México cumplió sus primeros 100 días de gobierno, lo cual ha acaparado la agenda de todos los medios al comienzo de esta semana. Pero, ¿qué es este periodo? y ¿por qué es particularmente importante para la opinión pública, y, sobre todo, para el titular del poder ejecutivo en un sistema presidencialista? Es una temporalidad que tiene su origen en Estados Unidos, cuando Franklin Delano Roosevelt en 1933, utilizó la marca de los 100 días de gobierno en el arranque de su administración, en medio de una crisis económica que amenazaba a su país por la Gran Depresión. Surge, así como un mecanismo de presión del ejecutivo frente al legislativo, convirtiéndose en una muestra de consenso y colaboración entre los dos poderes. A partir de ese momento, otros mandatarios estadounidenses, entre ellos John F. Kennedy, retomaron este periodo como el inicio de su gestión y la posibilidad de poder marcar el rumbo de su administración. Representa el periodo en el que se enmarcan las acciones simbólicas que marcan el mandato de un político, y desde luego, del legado histórico con el que busca trascender. Es también el tiempo en el que el presidente comunica ¿cómo es su gobierno? y ¿qué pretende lograr durante su mandato?

Ahora bien, para analizar el inicio de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, es necesario plantear que hay dos momentos desde los cuales podríamos medirla: 1) Desde el 1 julio, después de haber recibido su constancia de mayoría de votos y comenzar a tomar decisiones; y 2) Desde el 1 de diciembre, cuando toma protesta de cargo de Presidente de México e inicia su sexenio presidencial. A partir de ahí, debemos establecer cuáles son los elementos de transformación en el ejercicio gubernamental en este proceso de cambio político; considerando los principales desafíos que tendrá el presidente, a pesar de contar con una aprobación popular que oscila entre el 70 y 80 por ciento de evaluación positiva. Son 100 días del arranque de los 25 programas prioritarios de este nuevo gobierno, promesas cumplidas, según el presidente; y, asuntos pendientes que están visibilizándose por parte de diversos grupos de la sociedad civil que en muchos casos reprueba la actitud o la inacción del primer mandatario, como fue el caso de las protestas de mujeres que se manifestaron en contra de la decisión que tomó AMLO respecto de las guarderías.

Estos 100 días son una extensión de los tiempos post electorales que vivió el presidente, tras haber sido electo por un número de votos mayor al 50 por ciento de los electores, siendo superado por el porcentaje de aprobación con el que cuenta actualmente el presidente en funciones. Lo que significa que a pesar de que haya terminado la elección y el presidente electo haya obtenido un indiscutible triunfo, se mantiene todavía un interés de la ciudadanía en el presidente constitucional, desde julio del año pasado, y sobre el cual se extiende una imagen pública que ahora se construye, a partir de la configuración del nuevo gobierno. Esto significa que la percepción positiva de AMLO sigue vigente después del fenómeno que generó en campaña su candidatura, ahora como primer mandatario de la nación.

Sin duda, es muy poco tiempo para establecer si tendrá éxito o no la presidencia actual; sin embargo, es indiscutible que después de 67 conferencias de prensa que ha ofrecido el presidente en total, haya cambiado la relación entre el gobierno y la sociedad, a partir de la comunicación política. Esto ha afectado el ánimo social y se nota en la conversación pública, así como en la percepción de que algo está cambiando en el país, según lo revelan varios estudios de opinión pública. Le faltan más de 2 mil días de gobierno a AMLO y aunque puede haber una serie de decisiones que no han sido respaldas por una parte de la población, es cierto que ha superado periodos de crisis, que no generaron un impacto directo en contra de su popularidad, como fueron:

  • La cancelación del Aeropuerto de Texcoco
  • Los mecanismos de implementación y resultados de las consultas populares
  • La posición de México frente al conflicto de Venezuela
  • La caída del helicóptero en Puebla
  • El desabasto del combustible

Entre las medidas mejor evaluadas, según Consulta Mitofsky, destacan las siguientes (teniendo un impacto positivo en el centro y noroeste del país):

  • Quitar la pensión a expresidentes.
  • Bajar los sueldos de los funcionarios públicos.
  • Además, está en proceso eliminar el fuero constitucional del Presidente de México; promoviéndose modificaciones para realizar una consulta popular sobre la revocación del mandato.

El presidente está tomando decisiones que buscan ser congruentes con el ánimo social y la psicología de masas, que lo legitiman como un líder carismático, que al menos actualmente, le inspira confianza a la ciudadanía, como apuesta por un cambio político; que se fortalece también, vale decir, por convivir con una oposición débil y desdibujada, sin que pueda ser un contrapeso real partidista frente al enorme poder que hoy ejerce AMLO. Son 100 días de poder casi absoluto y que tienen divida a la ciudadanía que apoya al presidente frente a los disientes, aunque en proporciones desiguales. Este es el panorama actual, aunque falta tiempo para evaluar los alcances de la gestión de AMLO y el respaldo de la opinión pública frente a esta, ya que esta última puede variar si las promesas de gobierno no se cumplen.

*Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey

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