La Dirección

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Eduardo GÓMEZ GÓMEZ


Marzo 19, 2019

En el nivel más alto de la organización está la Dirección.

La Dirección es responsable del rumbo, progreso, atención al cliente y la calidad de los productos y/o servicios de una organización, entre muchos otros factores.

Cuando una organización está fallando ante alguno(s) de sus clientes o ante alguna de las partes interesadas de manera reiterativa, puedes estar seguro de que hay deficiencias en la Dirección.

Desde luego, puedes suponer que todo puede reducirse a que un área esté fallando, pese a ello puedes notar que se requiere trabajar con la Dirección, pues si la Dirección estuviera tomando manos en el asunto, las fallas apenas se percibirían o no saldrían de la organización.

¿Has vivido la experiencia de llamar a alguna empresa y que la persona que te atiende te dice que el problema que refieres es asunto de otro departamento y que necesitarías hablar con ese otro departamento? ¿Te dieron el número al que debías marcar o te comunicaron a ese departamento? Bien, ¿cómo te sentiste al respecto? Si obtuviste solución a tu requerimiento, ¿fue sencilla de obtener?

La responsabilidad de estas situaciones deficientes es de la Dirección que permite que la organización fracase estrepitosamente en su atención a clientes o en cualquier otro ámbito, por ejemplo, en las relaciones con el equipo de trabajo, ¿ahora ya puedes observarlo?

Desde luego, hay de niveles a niveles en estas deficiencias y en la forma en que la Dirección conduce al fracaso a una organización.

Allá en los 80, el célebre ingeniero estadounidense Edwards Deming señaló que la causa fundamental de la enfermedad de la industria americana era el fracaso de la dirección, que no dirigía. Claro que también responsabilizó entonces a la misma dirección del consecuente desempleo que imperaba en la economía estadounidense, pues vale recordar que a mediados de los setenta Estados Unidos entró en una serie de contracciones económicas derivadas de deficiencia industrial y técnica de su economía, que estaba siendo arrollada en los principales sectores económicos por productos japoneses que eran de muchísima mayor calidad y de precio muy competitivo o menor. No tardó mucho en que algunas corporaciones japonesas lideraran el mercado estadounidense en sectores industriales estratégicos y en los que presuntamente las empresas estadounidenses habían mantenido primacía.

En Calidad, productividad y competitividad: la salida de la crisis de forma categórica establecía: "El fracaso de la gestión para planificar el futuro y predecir los problemas ha traído como consecuencia un despilfarro de mano de obra, de materiales, y de tiempo-máquina, todo lo cual incrementa el coste del fabricante y el precio que debe pagar el comprador. El consumidor no siempre quiere subvencionar este despilfarro. El resultado inevitable es la pérdida del mercado. La pérdida del mercado genera desempleo. La actuación de la dirección se debería medir por el potencial para permanecer en el negocio, proteger la inversión, y asegurar los dividendos futuros y los puestos de trabajo al mejorar el producto y el servicio, y no por los dividendos trimestrales".

Desde luego que México ha vivido la colusión de los gobiernos federales con intereses que atentan con el desarrollo de la producción y que incentivan la destrucción de la base productiva por medio de campañas de terror en temas fiscales, laborares, de seguridad social y sociales, entre tantos otros. Sin embargo, esto también es un resultado de la actuación de la Dirección de las empresas, que no dirigen y que no exigen la protección de sus derechos, aunado la evidente fusión entre el crimen organizado y deferentes niveles de gobierno. Desde luego que, en este contexto, es posible ver que se dificulta trazar un rumbo compartido con su equipo de trabajo y con los actores económicos que favorezcan una transformación de las condiciones económicas de nuestro país. Sin embargo, es necesario hacerlo y hay empresarios que lo están haciendo. En todo caso, la decisión sobre el rumbo a seguir y las estrategias y alianzas necesarias corresponde a cada Dirección de cada empresa, y por tanto su desenvolvimiento es inevitablemente su responsabilidad, ¿te hace sentido?

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