Losoya Austin e IMSS

Los gobiernos de Enrique Peña Nieto, el PRI, el PAN y sus aliados privados, nacionales y extranjeros

 

México, es una nación privilegiada en cuanto a su riqueza de recursos naturales, con una clase trabajadora capaz de realizar heroísmo a la hora de hacer producir la maquinaria productiva; con historia patria y cultura reconocida mundialmente.

El problema no radica en eso y mucho más, sino en que una élite de Chicago Boys nos someten a la dinámica neoliberal del saqueo, privatización indiscriminada de la nación, de la marginación y precariedad de la clase trabajadora, además de violentar la Constitución, reprimiendo a un pueblo anhelante de justicia y democracia sin más.

Para poder explicar mejor el proceso de corrupción con la que opera la cleptocracia, en una de sus conferencias de prensa el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, recurrió a la memoria histórica de la nación, al citar un pasaje que a la fecha nos humilla:

México es un país extraordinario, fácil de dominar, porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia a un ciudadano americano, ya que esto llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita más tiempo: debemos abrir a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y el respeto al liderazgo de Estados Unidos. Con el tiempo esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes, finalmente se adueñarán de la presidencia; entonces, sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros.

(Robert Lansing, secretario de Estado norteamericano 1915-1920).

 

Los gobiernos de Enrique Peña Nieto, el PRI, el PAN y sus aliados privados, nacionales y extranjeros, lanzaron una campaña para convencer a los mexicanos de las bondades de aprobar la reforma energética. Sin embargo, no hablaron una palabra del tráfico de influencias y de la corrupción que aquejan a Pemex.

Las empresas petroleras extranjeras que pretenden apoderarse del petróleo y el gas de México, tienen buenos aliados en nuestro país. Además de Peña Nieto y su gabinete, hay exfuncionarios públicos, antiguos directores de Pemex, titulares de Hacienda y de Energía de los gobiernos de Salinas, Zedillo, Fox y Calderón, que trabajan para las trasnacionales, y bancos de inversión en negocios del sector energético. Ellos impulsaron y cabildearon a favor de la reforma de los artículos 27 y 28 Constitucionales, de la apertura total del sector y de la venta de activos de Pemex, incluyendo Ferronales, CFE, IMSS, etcétera.

Si bien es cierto que, por el bien de la nación, se debe actuar con plena justicia, penalizando a toda persona sin miramiento alguno, porque es un crimen de Estado contra el pueblo, en días pasados la Secretaría de la Función Pública (SFP) sancionó a dos altos mandos de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante la administración de Enrique Peña Nieto. Uno de ellos es Emilio Lozoya Austin, según confirmó a la prensa el abogado Javier Coello, quien precisó que Lozoya fue notificado hoy de la sanción en su contra y adelantó que preparan una impugnación.

Pues bien, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, titular de la SFP, giró instrucciones para notificar a dos altos mandos de Pemex sobre las resoluciones que los inhabilitan como servidores públicos por un periodo de 10 y 15 años, respectivamente. La sanción de los 10 años corresponde a Emilio Lozoya, siendo que la funcionaria le impuso sanciones económicas por casi 620 millones de pesos.

Recordemos que Lozoya Austin es señalado por recibir sobornos de 10 millones de dólares entre 2012 y 2014, a cambio de ayudar a la constructora brasileña Odebrecht para conseguir licitaciones con Pemex.

Lo cual nos indica que el presidente AMLO debe llegar a fondo, tal como se hace en Perú, porque las consecuencias de esta corrupción las está pagando el pueblo.

Nombres de esa casta que retrata Robert Lansing son quienes siguen la enseñanza como buenos apátridas: Jesús Reyes Heroles, Pedro Aspe, Emilio Lozoya Austin, Juan José Suárez Coppel, Georgina Kessel Martínez‎, Adrián Lajous Vargas, Carlos Ruiz Sacristán, Luis Ramírez Corzo, Luis Videgaray y José Antonio Meade, por citar unos cuantos.

No basta con inhabilitar, porque cómodamente en su casa comen y viven perfectamente, mientras el pueblo se jode diariamente.

La Estafa Maestra es otro ejemplo de cómo la impunidad salva obstáculos legales para el crimen de Estado.

Germán Martínez presentó su renuncia a su cargo en el IMSS, justificando en una carta que reprocha la "injerencia perniciosa" de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al imponer criterios que no corresponden, a su forma de entender.

Germán, ante ello, retoma su curul en el Senado cómodamente. Sin embargo, olvida quién fue él durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, donde navegó sin denunciar a los mismos de corrupción, de ser copartícipes del saqueo contra el IMSS.

Si existen profundas deficiencias y anomalías en esta institución, es parte de ese legado histórico de los Chicago Boys, que Germán tiene su parte histórica. Por lo que 120 millones de mexicanos exigimos justicia.

 

*Analista político y de prospectiva social

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