El rincón del pensamiento
Sé un premio, no un regalo
La mayoría de psicólogos o motivadores te dirán que tú ya eres especial por el simple hecho de existir, ya que eres único e irrepetible. Sin embargo, te diré mi famosa frase de: "SÍ, pero NO". ¿A que voy con esta frase? Es cierto que ya somos especiales por el simple hecho de haber nacido, puesto que somos únicos e irrepetibles y TODOS nacemos con la posibilidad de destacar y ser los mejores; tenemos la posibilidad de lograr lo que queremos para ser felices y sentirnos realizados. No obstante, SÓLO ES LA POSIBILIDAD, ya que las herramientas las tienes, pero si no las usas, si no las conoces, si no las pones en acción, sólo se queda la posibilidad. La frase de "Tú no eres especial, te haces especial " en el contexto ideal del ser, es una frase frívola y cruel. Algunos dirían que es banal e irreverente basados en la primera parte que hablamos de ser únicos e irrepetibles, pero si lo llevamos al contexto real en el que vivimos, en el contexto de buscar resultados de alcanzar objetivos; de destacar del montón, del mundo de la materia, si nos permitimos ser honestos y reconocer cómo funciona el mundo en el que vivimos, nos daremos cuenta que suena desgarradoramente cierta, ya que la gente de resultados busca gente de resultados. En mi experiencia, los verdaderos empresarios que quieren que su empresa salga adelante contratan a los mejores, a los que brinden herramientas sobresalientes, a los que han pagado el precio por ser mejores cada día; y de no ser así la empresa baja la calidad, no alcanza los objetivos deseados y se vuelve una empresa del montón. Y así es en la vida personal. Si tú trabajas en tu talento natural, inviertes en tus habilidades, pules tus áreas de oportunidad, o como algunos los llaman, "defectos"... Te darás cuenta que tú no eres un regalo para el mundo, sino un premio que el mundo va a querer tener. ¿Qué cuál es la diferencia? Un Regalo te hace feliz en el momento, complace a quien lo recibe y cuando el gusto por él le pasa, dejamos de valorarlo, porque el costo a pagar no fue elevado. Sin embargo, un premio siempre representa un esfuerzo detrás, un crecimiento, un recordatorio de valor, y sobre todo te indica que quien ganó ese premio reconocía la importancia, al grado de luchar para obtenerlo. Por eso te invito a que te visualices como tal y a que estés dispuesto a pagar el precio para llegar a ser ese premio que el mundo quiere tener. |
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