Jueves 30 de Mayo de 2019

Hace unos días estuvimos en contingencia ambiental y estoy segura que jamás hubieras imaginado que la alimentación que llevas, sobre todo en esos días con mayor contaminación, pudiera agudizar o contrarrestar la sintomatología.

La exposición a la contaminación ambiental origina que nuestro sistema de defensa se ponga alerta para combatir a esas partículas; que pueden dañar las células, es por eso que debemos reforzarlo consumiendo diariamente alimentos que contengan cantidades apreciables de vitamina C y E, vitaminas cuya función es evitar ese daño celular que mencionamos .

Como sabemos, los cítricos son fuente de vitamina C, como lo son: la naranja, limón, mandarina, toronja, guayaba. Te recomiendo no consumirlos en jugos para no proporcionar a tu cuerpo gran cantidad de azúcar, cómelos directamente bien lavados, como fruta de mano.

La vitamina E es soluble en aceites y grasas, así que la puedes consumir a través de semillas ricas en omegas como lo son las nueces, pistaches, almendras, aguacate, o alimentos de origen de animal como el salmón.

Es importante vigilar tu consumo de agua sola y NO a través de bebidas como el café, refresco o con propiedades diuréticas que puedan ocasionar tu deshidratación.

Evita comer en puestos de la calle o comer alimentos expuestos también a esa contaminación, porque pudieran enfermarte.

Transporta tus alimentos tapados, y si puedes fríos en una hielera, para evitar que se descompongan por calor. Para eso puedes usar de los geles que pueden congelarse y mantener una mejor temperatura en ellos.

Lávate muy bien las manos antes de comer, antes y después de tocar tu nariz, boca u ojos.

No olvides que la prevención es la mejor medicina. ¡Cuídate y cuida a los tuyos!