De cara a la elección extraordinaria que se ha de desarrollar este 2 de junio, ha culminado ya el tiempo destinado a los candidatos para realizar sus campañas con acciones proselitistas y convencer al electorado de votar por uno u otro. El tiempo de dar argumentos, razones y sustento a sus discursos se agotó. En teoría, en este tiempo de veda electoral los candidatos deben esperar a la reflexión de los ciudadanos para que decidan con base a los argumentos dados previamente; sin embargo, esto no es así en la realidad, o por lo menos no del todo.

En el caso de Ocoyucan sí, ¡otra vez Ocoyucan!, ha comenzado una guerra sucia en contra del candidato priista con el objetivo de afectar su imagen y provocar así el desencanto entre las personas que han decidido a sumarse a su proyecto político. Aunque esto no es casual, se produce justo después de su cierre de campaña, donde logró reunir a más de tres mil vecinos de las diferentes comunidades, quienes por sus propios medios se dieron cita para demostrar su apoyo y respaldo.

Fue una asamblea que no tiene punto de comparación con la de otros candidatos y donde, al igual que en toda su campaña, el abanderado Rosendo Morales Sánchez no habló de otra cosa que explicar qué piensa hacer y cómo para beneficio del municipio, atender las necesidades más urgentes y otras necesidades que fue recogiendo de propia voz de los vecinos durante su visita a cada una de las comunidades. Nunca, ni por error, mencionó o hizo referencia a otros partidos o actores políticos. Siempre habló de su trabajo, de los logros obtenidos para Ocoyucan en las décadas que ha vivido en este municipio.

Pero ahora, quienes no pudieron hacer lo mismo durante su campaña, por falta de pruebas fehacientes, déficit intelectual o qué se yo, recurren -una vez más- a "la vieja confiable" (para ellos) guerra sucia, en la que lanzan al por mayor un bodrio de estiércol que no hace otra cosa más que denotar su nivel y calidad intelectual.

Es claro que los competidores de Rosendo Morales, como se dice coloquialmente, sienten pasos en la azotea, buscan aferrarse a como dé lugar en la contienda electoral por el medio que sea, aun recurriendo a bajezas tan viles como difamar la imagen de los demás. ¿Por qué otros motivos echarían mano de estas prácticas tan deshonestas que por la falta de razones lógicas para convencer a la gente? Ante su incapacidad para poder decir "soy mejor que él por esto" prefieren refugiarse tras un "soy menos peor", escudándose bajo la mentira. ¡Vaya canallada!, del tamaño de su cobardía.

Durante la campaña fue el golpeteo mediático tratando de infundir miedo en la población, en estos tiempos de veda electoral buscan provocar rechazo hacia quien ellos sienten que es el rival a vencer, ¿qué será, pues, el día de la elección?, porque dudo que su perversión llegue a estos límites.

Considero oportuno llamar a las autoridades (Gobierno del Estado, Instituto Nacional Electoral y demás encargados de la política, democracia y seguridad en Puebla) para que pongan toda su atención y garanticen una elección limpia, segura y tranquila para todos en Ocoyucan. Es el segundo llamado que hacemos a tiempo. Eso lo debe conocer la opinión pública, como preámbulo de lo que pueda suceder el domingo. Como lo ha revelado nuestro actuar, los antorchistas y el equipo de trabajo de Rosendo Morales Sánchez estamos por un clima de paz y de no violencia porque así nos conviene a todos. Por lo tanto, repudiamos el clima violento que un candidato busca imponer por la fuerza.

La decisión de quién gobernará Ocoyucan, por lo que queda de este periodo, es del electorado y debe respetarse ya.