Prueba de fuego para AMLO

"México, un país fácil de dominar": Robert Lansing, secretario de Estado norteamericano en la administración de Woodrow Wilson 1915-1920

De Lansing, tuvieron que pasar 73 años, para que su planteamiento de formar jóvenes universitarios mexicanos con su estilo de pensamiento imperialista, lo fuera consolidando, me refiero a Carlos Salinas de Gortari, al momento de tomar la presidencia de la república, quien representa a los apátridas tecnócratas de los Chicago Boys.

De ahí en adelante, al torcer a la Constitución, fue y es, para privatizar los bienes nacionales. Ante cada sexenio neoliberal hasta Enrique Peña Nieto, todos, incluyendo a Fox y Calderón, fueron sumisos y cómplices de todo ello. Generando un lumpen proletario, además de marginación de amplios sectores sociales, la pobreza social y laboral, marcan la tragedia nacional.

El actuar de la perversidad, actualmente en México, padecemos las graves consecuencias de los Chicago Boys, al grado de que el saqueo, obedece a la corrupción inaudita con la que actuaron. En ese inter, quienes participaron de esa masacre, hoy, ponen en la mira y lanzan piedras contra el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, de que no "sabe conducir una nación".

Sin embargo, está visto que el malestar social, votó por exigir que se aplique la ley contra quienes le robaron la dignidad y una vida digna. La memoria histórica, está presente en la mente y estómago del pueblo, inculcada en la ira, hartazgo y coraje por todo lo anterior. Anhelante de que quienes nos humillaron, paguen las consecuencias con justa razón.

 Emilio Lozoya Austin, en el caso Odebrecht, es la síntesis de 40 años de tecnocracia asesina, a pesar de la larga complicidad de diversos actores funcionarios y empresarios se pretenda evadir, las pruebas están ahí, es cuestión de que presidencia de la república asuma su papel histórico ante el pueblo. Sin más.

Emilio Lozoya, en octubre de 2017, fue enfático: "Digo con humildad: tengo recursos y tiempo para romperles la madre". Claro, porque Javier Coello Trejo, abogado del exdirector general de Pemex, Emilio Lozoya, también advirtió que, de caer su cliente, otros le seguirían. Lo cual nos indica que su anterior patrón, me refiero a Enrique Peña Nieto y muchos más, estén preocupados.

Vamos por partes. Queda claro que Lozoya, si hizo marranadas, Peña es quien le brindó toda protección, porque son socios. Empero, ¿cuándo se inicia o refuerza la relación Peña-Lozoya?

Recordemos que Lozoya Austin es hijo de Emilio Lozoya Thalmann, quien fungió como director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y fue Secretario de Energía en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (de 1988 a 1994). ¿Vamos conectando? El hijo pródigo, conocido como "El Joven Maravilla" dentro del gobierno de Enrique Peña Nieto, tuvo un destacado papelen el Consejo de Administración de la transnacional OHL.

Esta empresa llegó a México en 2003 como uno de los principales operadores en el sector privado de concesiones en infraestructura del transporte del país.

De enero a noviembre de 2012, trabajó en el equipo de campaña y de transición de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto como encargado de los asuntos internacionales. Claro que debemos recordar, que, en la gira de campaña por Europa de Peña Nieto, en España, tuvo una reunión con empresarios gachupines, al término de dicho acto, Lozoya, lo condujo a otra reunión, siendo con OHL, para afinar detalles de la complicidad que se tejía para cuando ya sea presidente de la república Peña.

Gracias a Peña Nieto y, por supuesto, a la joven promesa del priismo y funcionario de OHL, la transnacional pasó a ser la empresa favorita del área metropolitana. En abril de 2016, su nombre apareció en el caso de los Papeles de Panamá. Insisto, gracias a Peña, Lozoya gozó de impunidad. Todos deben pagar al pueblo de México.

Ante los tecnócratas apátridas, también se vulneró el historial mexicano ante organizaciones internacionales, en cuanto a la soberanía y el respeto al derecho ajeno, al grado de que los gobernantes, perdieron dignidad y potencial en la defensa del derecho internacional.

El actual gobernante norteamericano, Donald Trump, representante de lo más negativo del imperialismo de los halcones, con guillotina en mano, un día amenaza a Venezuela, otro a Irán, etcétera. Hoy le toca una vez más a México, bajo su sentencia de que, si el gobierno mexicano no actúa en controlar la migración y drogas, nos fija plazos de porcentajes diferidos en elevar los aranceles, a lo que dignamente López Obrador le contestó en una carta. "Estoy enterado de su última postura con relación a México. De antemano, le expreso que no quiero la confrontación. Los pueblos y las naciones que representamos merecen que, ante cualquier conflicto en nuestras relaciones, por graves que sean, se recurra al diálogo y actuemos con prudencia y responsabilidad". Le recordó el papel de México, bajo la doctrina de Benito Juárez; pero, lo más relevante, es la parte donde le advierte qué implica soberanía y constitucionalidad de nuestro país ante el mundo.

"De manera específica, ciudadano Presidente: le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio y, por favor, recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato, sino que actúo por principios: creo en la política que, entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación y la guerra. No creo en la ley del Talión, en el diente por diente ni en el ojo por ojo porque, si a esas vamos, todos nos quedaríamos chimuelos o tuertos. Creo que los hombres de Estado y aún más los de nación, estamos obligados a buscar soluciones pacíficas a las controversias y a llevar a la práctica, por siempre, el bello ideal de la no violencia".

Para aquellos tecnócratas apátridas y timoratos, la historia ya los está juzgando, porque el pueblo lo exige. No es un acto de revanchismo, al contrario, de dignidad. Así de simple.

Analista político y de prospectiva social

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