Tijuana: el epicentro de México

Los mecanismos de presión política y económica que Trump impone a México

Los mecanismos de presión política y económica que Trump impone a México, van encaminados a sostenerse para doblegar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador hacia una instancia que conviene a los intereses del mandatario norteamericano, rumbo a su reelección.

Trump anunció un arancel de 5 por ciento sobre los productos procedentes de México a partir del 10 de junio, a menos que se tomen "medidas decisivas" para detener la migración ilegal. El presidente, que el jueves instó a México a "intensificar", mantiene la amenaza de aumentar los aranceles a 25% para octubre.

Si procede tal imposición sobre y contra nuestro país, debemos resaltar que en los aranceles a los bienes que importe Estados Unidos desde México, no pocos sectores económicos y productivos se verán afectados en dicha nación.

Ahora bien, ¿cuáles productos que se producen en México y son exportados a los Estados Unidos serán afectados por dicha política draconiana? Tenemos: autopartes, camiones, autobuses y otros vehículos; aparatos eléctricos, telecomunicaciones, televisiones y aparatos de video, automóviles (nuevos y usados), computadoras, crudo, motores y partes de motor, equipo médico, por citar algunos.

Sin olvidar que minerales de diversos tipos nacionales y productos del agro impactarán a la economía gringa, sobre todo al consumidor. Desde que manifestó tal medida, inmediatamente en EU provocó pérdidas en empresas y en la Bolsa y depreció al peso, condición que también impactará en el PIB.

Bajo tal acción de Trump, el presidente Andrés Manuel López Obrador convocó a ciudadanos de todos los sectores del país a realizar este sábado en Tijuana, Baja California, un acto de unidad defendiendo la dignidad de nuestro país y como un acto de amistad con el pueblo de Estados Unidos.

"Es un acto de unidad para defender la dignidad de México y en favor de la amistad con el pueblo de Estados Unidos," indicó.

López Obrador dijo que espera que Trump llegue a un acuerdo este jueves para evitar que Estados Unidos imponga aranceles a los productos mexicanos, pero aseguró que, si no hay un entendimiento, su gobierno está analizando todas las opciones para responder al gravamen.

"Tengo confianza para que no se apliquen estas medidas unilaterales a partir del lunes", dijo y refrendó que la postura de gobierno es conservar una relación de amistad con el gobierno de Trump, pero sobre todo con el pueblo estadunidense. Por consiguiente, y en consecuencia, Andrés Manuel López Obrador se enfrenta a la situación más tensa en sus seis primeros meses de mandato, con el diálogo y el optimismo como principales apuestas.

Sin embargo, el presidente empieza a preparar una respuesta por si Trump finalmente da el paso, y ya está estudiando a qué condados golpear con un arancel de vuelta.

México estará obligado a emplear el plan b por si Trump se mantiene en su necedad y el arancel entra en vigor el 10 de junio, por lo que se están estudiando los productos terminados más sensibles en términos políticos, para imponerles un arancel en respuesta.

La elección requiere de un análisis detallado que debe evitar daños extra en las cadenas de producción o a la competitividad de la economía de nuestro país. Parte de ese trabajo, sin embargo, ya está hecho desde la negociación del nuevo tratado comercial: los meses de arduas conversaciones sirvieron, entre otras cosas, para mapear las zonas más sensibles para el Partido Republicano.

"Tenemos claro dónde hay que golpear: en los estados políticamente más sensibles para Trump para su reelección," apuntan desde el sector privado mexicano, en estrecha colaboración con el AMLO. México, como subrayó López Obrador, no quiere que se aplique una dinámica de "ojo por ojo". Pero nadie tiene dudas de que habrá respuesta desde el sur si la Casa Blanca da el paso y fija un arancel. Y los productos que exportan los condados políticamente más sensibles para el Partido Republicano son los más susceptibles de ser gravados.

El riesgo país, visto por empresarios y legisladores norteamericanos, obligó a los senadores y diputados a no aceptar tal imposición arancelaria, porque también a su nación la hará entrar a una espiral de crisis económica y financiera, cuestión que tendrán que sopesar en cada una de sus cámaras, para lograr una mayoría frente a Trump. Claro está que el presidente se apegaría a su facultad de vetarlos; sin embargo, las cartas estarán sobre la mesa.

Entre tanto el canciller Marcelo Ebrard intenta apaciguar el infierno del rapaz y su política tiburonera, la administración de López Obrador instruyó para que 6 mil efectivos de la Guardia Nacional se trasladen a la frontera de Chiapas, para contener al ingreso de más migrantes, lo cual se puede traducir como una medida de ceder ante el "estira y afloja" gringo.

La mente perversa de Trump es clara en cuanto a que, de manera prepotente, declaró con respecto a México que "ellos nos necesitan a nosotros; nosotros no los necesitamos". Agregó que por eso no está preocupado por el posible impacto negativo de los aranceles sobre el acuerdo de libre comercio.

A manera de justificación, fue categórico al afirmar que México envía 500 mil millones de dólares en drogas a Estados Unidos, que matan a 100 mil personas; eso es una invasión sin las armas, acusándonos de que su vecino país se robó 32 por ciento de la industria automotriz estadunidense.

 

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