La violencia encerrada en una pregunta

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Efrén CALLEJA MACEDO


Junio 27, 2019
Algunas lecturas son impactos violentos. Ráfagas emotivas que horadan la fantasía de estabilidad cotidiana. Alarmas para recordar la volatilidad de la suerte, el azar, la tragedia. Repositorios de dolor, encierro, ausencia e incertidumbre. Mapas de gritos, desgarros y hundimientos. Páginas de las vergüenzas y las humillaciones que se extienden día tras día por todos los territorios. Infinitos de interrogantes. Así es La tropa. Por qué mata un soldado (Aguilar, 2019), de Daniela Rea y Pablo Ferri, con la colaboración de Mónica González Islas.

"A todas y todos los que han padecido la violencia de esta guerra y la han resistido con su cuerpo, su palabra y su memoria", dice la dedicatoria este libro. ¿Cuántos rostros caben en ese "todas y todos"?, ¿cuántos lamentos habitan el cuerpo, la palabra y la memoria que penan por los ministerios públicos, las clínicas, las carreteras, las oscuridades de México?, ¿qué significa resistir esta guerra?, ¿quién decide los bandos?, ¿por qué mata la tropa?, ¿qué pasa con los soldados que disparan? De eso hablan Rea y Ferri con datos, testimonios e historias.

Si hay duda de la importancia de este trabajo periodístico, basta recordar que desde que el Ejército asumió el papel de la policía, una persona muere cada día a manos de militares. Dicho en cifras: "Nunca antes en la historia de México había muerto tanta gente asesinada como en los años anteriores. La política confrontativa del presidente Felipe Calderón, que había gobernado de 2006 a 2012, elevó la tasa de homicidios a cifras nunca vistas, al menos desde tiempos de la Revolución, cien años atrás. Con Enrique Peña Nieto la tendencia aumentó. El año 2018 fue el más violento en México desde que se tienen registros. […] Son más de 200,000 asesinatos y 40,000 desaparecidos desde 2006".

En este contexto, soldados capacitados para defender el territorio y la soberanía del país usan sus armas para abatir -el verbo mortal en el caso Tlatlaya- ciudadanos en cumplimiento de órdenes superiores, impulsos básicos y temores situacionales. "El pueblo en uniforme" que mata ciudadanos.

¿Por qué hablar con esos militares?, ¿por qué escuchar sus explicaciones?, ¿por qué contar "la mirada de los victimarios"? Porque, aseguran los autores, sólo ellos podían dar respuestas a las interrogantes de la desesperanza: "¿Por qué militares en Tlatlaya habían matado a los vencidos? ¿Por qué militares habían asesinado a Cantú? ¿Por qué secuestraron a Miriam López Vargas en Ensenada, la torturaron y violaron y luego la soltaron? ¿Por qué dijeron que esquirlas de una granada lanzada por criminales mataron a dos niños, los hermanos Almanza, en Tamaulipas, cuando en realidad fueron sus propios proyectiles? ¿Por qué les disparan? ¿Por qué se les va la mano? ¿Por qué la saña? […] Si en todos esos hechos los victimarios habían sido soldados, las respuestas estaban con ellos, no del lado de las víctimas. Teníamos que preguntarles a ellos". Y lo hicieron.

Reconocido con el premio Javier Valdez Cárdenas 2018, La tropa hila voces, situaciones, memorias, justificaciones y dudas mediante conversaciones con soldados detenidos en el Campo Militar Número 1 -la prisión en la que el paisaje puede confundirse con "una hermosa mañana en el Bosque de Chapultepec, con sus juegos de fútbol y su asado"-, con militares en funciones -destacados en Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Guanajuato- y con integrantes de Federación de Militares Retirados Francisco J. Múgica.

A partir de la primera historia de La tropa, ocurrida en 2010, emerge una certeza: la tranquilidad y la tragedia son productos del azar, de la confusión, del vacío que llena los oídos cuando se acaban los disparos. La lejanía entre ese instante de silencio y nosotros es circunstancial, nunca sabemos cuándo se acortará, ni por qué. Puede acontecer una noche de verano en la que el calor del desierto de Nuevo León se mezcla con un golpe de adrenalina y el vacío tras las detonaciones es quebrado por "la señora que lloraba, los lamentos, los compañeros soldados que, también a los gritos, pedían una ambulancia. Y encima de todo eso, y sobre todo, el shock de los niños" dentro del Malibú baleado por los militares:

"-Le gritaban a su papá, 'por qué no te deteniste, por qué no te deteniste'".

Nueve años después, este miércoles 26, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el domingo "se van a desplegar ya elementos organizados de la Guardia Nacional por todo el país". De los primeros 83,000 guardias, 52,000 provienen del Ejército, 13,000 de la Marina y 18,000 de la Policía Federal.

En LEM repetimos esa pregunta para nosotros, para el Estado, para los soldados, para la sociedad: ¿Por qué no te deteniste?

*Centro de producción de lecturas, escrituras y memorias (LEM)

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