Proactividad ante la inseguridad

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Lamentablemente, se ha vuelto común escuchar comentarios en torno al tema de la inseguridad que vivimos. Las redes, los medios, pero sobre todo el boca a boca de lo que sucede alrededor principalmente de personas cercanas a nosotros, familiares, amigos y hasta en carne propia, haber sido víctimas de la inseguridad. Según especialistas, tan fuerte es el impacto de quien vive alguna situación de inseguridad, como el pánico colectivo que se genera por ser tema de conversación en todo momento.

Aunque es un tema que prioritariamente le corresponde al gobierno y le debemos exigir hacer su parte, a nosotros como ciudadanos que somos susceptibles a este fenómeno, también nos corresponde jugar un papel más activo ante el mismo, pues no podemos permanecer cruzados de brazos y estar a expensas de ser los siguientes afectados. Es por eso que resulta indispensable conocer lo que debemos y podemos hacer frente a esta ola de violencia que nos está tocando vivir.

Diversos organismos internacionales y organizaciones civiles comparten las siguientes medidas como aquellas que nos pueden ayudar, como ciudadanos, a enfrentar situaciones críticas en materia de inseguridad, como las que nos está tocando vivir.

 

En el auto:

  • Tener las llaves listas en la mano; mirar al interior del vehículo antes de abrirlo; evitar calles oscuras.
  • No detenerse si el vehículo es chocado levemente o sufre algún percance, menos si es de noche y en un sitio solitario. Tratar de llegar a una gasolinera o a un sitio poblado.
  • No dejar documentos importantes ni objetos valiosos en el auto; y, al estacionarse, conservar las llaves.
  • Al bajar del carro, apagarlo; no dejarlo encendido.

 

En cajeros automáticos:

  • Cambiar el código de identificación o NIP frecuentemente.
  • No divulgar el número de clave personal, ni escribirlo en la tarjeta magnética.
  • No digitar la clave personal en presencia de personas ajenas.
  • No utilizar los cajeros automáticos cuando se encuentren mensajes o situaciones de operación anormales.
  • No olvidar retirar la tarjeta magnética al finalizar las operaciones.
  • Si el cajero retiene la tarjeta o no emite el comprobante correspondiente, comunicar de inmediato al banco con el que se opera y al banco administrador del cajero automático.
  • En caso de pérdida o robo de tarjeta de crédito, denunciar de inmediato esta situación al banco que la otorgó.

 

En casa:

 

  • Coordinar con familiares y vecinos un sistema de alarma y ayuda mutua, formando juntas vecinales de autoprotección.
  • Reconocer la identidad de la persona que llama a tu puerta antes de abrir.
  • Evitar dar todo tipo de información por teléfono. Instruir a los niños y al personal doméstico.
  • Anotar las características de personas o vehículos sospechosos que merodean tu domicilio. Coordinar con tus vecinos las acciones necesarias.
  • Asegurar las puertas y ventanas del domicilio en las noches.
  • Tener a la mano la relación de teléfonos de emergencia (policía, serenazgo, Bomberos, unidad de explosivos, Centro Antirrábico, grúas, hospitales y otros.)
  • Tener una buena iluminación fuera de casa.
  • Contar con los nombres y números telefónicos de los vecinos.

 

En la calle:

  • Mantenerse atento y vigilante. No caminar por el borde exterior de la acera. Evitar aceras y calles sin iluminación.
  • Llevar bolsas o carteras sobre el pecho, protegidos por el brazo.
  • Cuidarse de árboles gruesos, vehículos, quioscos o callejones donde puedan ocultarse los delincuentes.
  • Si hay necesidad de esperar en un sitio, cambiar frecuentemente de posición, usar las ventanas como espejos, mirar lo que está a la espalda y evitar aglomeraciones.
  • Desconfiar de motociclistas, sobre todo si circulan en pareja, en sentido contrario a la circulación correcta, o los que vienen bruscamente hacia uno.
  • No caminar por la calle con mucho dinero en efectivo.
  • En caso de ser sorprendido y sometido, mantener la calma, no oponer resistencia ni exponer la integridad.

 

Observar y llevar a cabo algunas de estas recomendaciones puede hacer la diferencia entre ser víctima o evitarlo. No hay recetas mágicas, pero sí la necesidad de poner medios para evitar, en lo posible, la incidencia de delitos que nos acechan y que está en nosotros el poder marcar una tendencia de solución en este delicado tema.

Aunado a esto, el denunciar cada delito que suceda y exigir a la autoridad, por todos los medios, que lleve hasta sus últimas consecuencias la persecución del delito. Queremos soluciones efectivas y eficientes, pero ante lo que estamos viviendo, a la par de exigirle a la autoridad, por un instinto mínimo de sobrevivencia nos tenemos que poner las pilas. ¡Esperemos sea pasajero!

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