La Agenda de Puebla: regionalización para el desarrollo sustentable

La transformación iniciada por el gobierno federal en los diversos ámbitos

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El cambio climático, que no se ha detenido a pesar de las advertencias de los científicos desde hace dos décadas, generará catástrofes de todo tipo y los alimentos que serán necesarios tendrán que generarse bajo métodos agroecológicos y no más bajo las pautas insanas y destructivas de la llamada agricultura moderna o industrial.

Doctor Víctor Manuel Toledo

La transformación iniciada por el gobierno federal en los diversos ámbitos; la magnitud y alcance de los programas sociales y productivos, ya en ejecución; y el inició del gobierno de la alternancia de Luis Miguel Barbosa, crean condiciones para reconstruir la administración y las políticas públicas para el desarrollo de Puebla.

Uno de los temas prioritarios del esfuerzo concurrente entre la Federación, el estado y los municipios es el del desarrollo regional equilibrado y sustentable, que en Puebla es una asignatura pendiente.

La insuficiencia de las políticas sectoriales aplicadas; la obsolescencia del sistema de planeación; el imperativo de abordar el desarrollo regional sustentable, con nuevos enfoques metodológicos, las nuevas disposiciones sobre la gobernanza de las zonas metropolitanas, las oportunidades del haz de programas e iniciativas de la Cuarta Transformación; y las propuestas del gobernador electo, hacen pertinente y necesario repensar el desarrollo regional sobre bases sustentables.

En efecto, en las últimas décadas se impulsaron las políticas sectoriales bajo la égida de la modernización económica y la apertura a los mercados mundiales del comercio y la inversión que, sin embargo, no moderaron los desequilibrios sociales y territoriales.

La ejecución de las políticas sectoriales aisladas, sin mecanismos de coordinación interdisciplinarios y multinivel, sin sustento en la participación social, carentes de una visión holística, tuvieron efectos contrarios en el territorio.

Hay que agregar que los instrumentos de planeación y el esfuerzo interdisciplinario han perdido profundidad y se expresan, más bien, como aspectos formales y sin vigencia en la realidad de los hechos.

Ciertamente, los sistemas y procedimientos de planeación tradicionales están agotados y han dejado de ser funcionales. La formulación y ejecución de planes y programas de desarrollo, auspiciados bajo metodologías reduccionistas, requieren urgentemente de nuevas concepciones metodológicas, bajo el enfoque sistémico.

El debate sobre el desarrollo regional sustentable, al que aludió con amplitud durante la campaña el gobernador electo, ha adquirido nuevos relieves en múltiples ámbitos de las ciencias, en particular las económicas, sociales y ambientales; entre los organismos internacionales promotores del desarrollo sostenible; y en el diseño y aplicación de las políticas públicas nacionales y locales.

Lo hemos dicho en este espacio: es en el territorio, región, zona metropolitana, ciudad en donde convergen las demandas y los esfuerzos del Estado y la sociedad en favor del desarrollo.

De ahí que una primera tarea sea la identificación de las regiones. El gobernador electo, tentativamente, ha propuesto 22. El gobierno federal ha iniciado la aplicación de los Programas para el Bienestar en 266 regiones. En el caso de Puebla, son 11. El programa de Paz y Seguridad adoptó 5 regiones; y la regionalización vigente establece 7.

De ahí la reiterada propuesta, como principio para ordenar la nueva gestión pública, de abordar de manera prioritaria la redefinición de la regionalización sustentable de Puebla. Prioridad a la que es urgente convocar a la comunidad académica y a las agencias de desarrollo y de medio ambiente federales, locales y de la sociedad.

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