La agenda de Puebla: GPP, gobernar en tiempos de vértigo

En los tiempos del PRI como partido dominante

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

En los tiempos del PRI como partido dominante, Guillermo Pacheco Pulido junto con Miguel Quirós Pérez, Marco Antonio Rojas y Melquiades Morales Flores estuvieron durante varios procesos sucesorios como posibles candidatos al gobierno del estado. Su trayectoria, desde finales de los sesenta, fue ascendente, siempre desde lo local. De los cuatro, sólo Melquiades Morales logró romper el virtual cerco impuesto por el centro a los aspirantes locales.

Guillermo Pacheco Pulido pudo, igual, reivindicar la máxima de Ortega y Gasset en su Meditaciones del Quijote: "yo soy yo y mi circunstancia", al ser nombrado, el pasado 21 de enero, gobernador interino de Puebla, por la mayoría de los diputados del Congreso del Estado, menos uno.

En momentos de confusión e incertidumbre, la determinación del Congreso del Estado sorprendió a los partidos y los actores, pero finalmente encontró una opción ad-hoc a las complejas circunstancias políticas del estado.

El reto de GPP, como lo dijimos en este espacio, fue garantizar que la transición, incluyendo desde luego la elección del gobernador constitucional, se llevara a cabo en condiciones de estabilidad y, en lo posible, en unidad. La elección tuvo momentos de tensión, pero finalmente no fue cuestionada ante los tribunales.

En lo que concierne a la seguridad, quizás el mayor reto de la breve administración se logró en un periodo muy corto de tiempo: establecer una coordinación eficaz Federación-estado, y contener en medio de una ola nacional de crecimiento del delito inusitada, el incremento de los de mayor impacto, como fue el caso del robo de combustible. Lo logrado en la materia no es suficiente, pero deja una base sólida para la nueva administración.

Por último, "el estilo personal de gobernar" de GPP permitió dar los primeros pasos en la reconstrucción de las bases sociales e institucionales del estado y, sobre todo, vislumbrar el necesario proceso de reconciliación por el que debemos transitar. Desde luego, no se trata de anular el debate, las ideologías, las discrepancias o la rendición de cuentas de las administraciones pasadas, sino más bien encontrar los consensos en lo fundamental siguiendo la máxima de Goethe: "No preguntes si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino."

GPP ha cumplido en su circunstancia. No lo frecuento ni soy del círculo de sus amigos cercanos. En este periodo, lo saludé furtivamente en dos ocasiones. Pero cada que he tenido la oportunidad de dialogar con él, me quedo con la sensación de que se trata de un hombre de ideas y de valores compartidos: mi reconocimiento a su contribución a la estabilidad y la unidad, en momentos de tan compleja y difícil transición.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.