Por qué Luis Miguel Barbosa debe ser el mejor gobernador

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Fernando PÉREZ CORONA


Julio 30, 2019

El próximo jueves, Luis Miguel Barbosa Huerta asumirá la gubernatura de Puebla, después de la gestión interina de Guillermo Pacheco Pulido, quien dicen que no lo hizo mal en el cargo, que cumplió.

Yo tengo mis dudas, pero dejemos eso para otra ocasión.

La próxima administración durará cinco años, cuatro meses y 13 días. Terminará el 13 de diciembre de 2024.

El invitado principal hubiera sido el presidente Andrés Manuel López Obrador, sonaba lógico. Pero, no, el primer mandatario del país no asistirá a la ceremonia en el Auditorio Metropolitano. En su representación, estará la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. No se trata de un desaire; por el contrario. Demuestra que mantiene su apoyo hacia el exsenador. La decisión tiene la intención de mantener los reflectores sobre Barbosa, con la persona que jugó dos elecciones y que, dicen, ganó ambas, aunque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), haya dicho lo contrario en la primera.

No podemos olvidar que Barbosa fue candidato en 2018 y 2019: en la primera, la elección se veía difícil y lo fue; en la segunda, parecía un proceso sencillo y también lo fue. En la primera, la mayor cantidad de votos estuvo concentrada en la capital y la zona conurbada, y en la segunda en el interior del estado, contrastes que reflejan quizá el desgaste de los alcaldes y alcaldesas por el ejercicio del poder.

Nadie en su sano juicio quiere que le vaya mal al próximo gobernador, porque si así sucede, entonces, le iría mal a Puebla. Por lo anterior, preocupa que a unas horas de iniciar el nuevo mandato, Guillermo Ruiz Argüelles haya decidido bajarse del barco, dejar el camino que lo llevaría a la Secretaría de Salud, bajo el argumento trillado de motivos de salud y después de convertirse en el nombramiento más elogiado del futuro gabinete.

Antes de este caso, vale la pena recordar que Marco Antonio Ortega Siu ya había rechazado y agradecido la invitación para ocuparse de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), después de percibirse como una solución diferente para combatir el índice delictivo, para atender el mayor problema imperante en la entidad, basado en su capacidad. Sin embargo, Ortega Siu sigue en la Secretaría de Marina y el cargo estatal será ocupado por Miguel Idelfonso Amezaga Ramírez.

En esta lista podría anotarse que Rodrigo Osorio Díaz estaba encaminado a la Secretaría de Economía, pero que iniciará la gestión como jefe de la oficina del Gobernador, pues tiene menos de los 30 años que marca la ley para asumir este cargo, por lo que la posición quedará a cargo de Olivia Salomón Vibaldo.

Tampoco debemos olvidar a Carlos Francisco Urbina Tanús, quien iba a estar en la Secretaría de Infraestructura, pero que de súbito el mandatario electo se inclinó por Francisco Josué Cortés.

¿Qué pasó en estos nombramientos? Me refiero a los dos primeros, pues en los otros dos ya tenemos explicación o no tiene tanta importancia. Empero, ¿Ortega Siu no pudo dejar la dependencia federal o no quiso hacerlo? ¿Ruiz Argüelles, enfermo? No dudo sobre el pesar por la muerte de su hermano.

No quiero pensar que, tras conocer el tamaño del reto, optaron por decir: gracias; pero, no gracias.

No quiero pensar que, tras conocer el proyecto del futuro gobernador, se dieron cuenta que no empataban con su visión profesional.

No quiero pensar que, tras las críticas contra Morena y el plan de la 4T, no quisieron participar en este proyecto.

Pensemos entonces que las declinaciones son consecuencia de factores inexistentes en el momento que Ortega y Ruiz aceptaron la invitación de Barbosa de integrarse a su equipo, que de pronto, el entorno cambió, que las posibilidades se redujeron, que no querían dar un paso de costado, pero que no tuvieron de otra, pensemos así, pues.

Yo quiero que Luis Miguel Barbosa Huerta sea el mejor gobernador en la historia de Puebla.

No me importa si fue candidato de Morena, en coalición con PT y PVEM, tampoco su pasado perredista.

Lo verdaderamente importante es que será el próximo gobernador de los poblanos y que, sin importar su filiación partidista, tendrá en sus manos la administración de esta entidad que desde hace años se ha convertido en tierra de huachicoleros, donde no se sabe a cuánto asciende la deuda, cuánto debemos; donde las grandes obras contrastan con la gran pobreza.

Que Barbosa tenga la solución a todos nuestros problemas. Que así sea.

Y recuerde:

Nadie es completamente bueno, ni completamente malo

 

*Periodista

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@ferperezcorona

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