Vicepresidente paraguayo aparece como escollo para superar crisis de Gobierno

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Invitado


Agosto 05, 2019

POR JOSÉ MARÍA HERNÁNDEZ*

La continuidad en el gobierno del vicepresidente paraguayo, Hugo Velázquez, aparece como uno de los escollos que impiden al mandatario Mario Abdo Benítez despejar la crisis que lo puso al borde de la caída, a causa de un polémico acuerdo energético con Brasil.

El jefe de Estado y el vicepresidente, del conservador Partido Colorado, siguen en el punto de mira del Partido Liberal, el mayor de la oposición, que la próxima semana iniciará el trámite de un juicio político contra ambos.

Pero otros grupos opositores minoritarios se muestran partidarios de someter a juicio político solo a Velázquez, a raíz de su supuesta participación en el controvertido pacto con Brasil que ha puesto en jaque al gobierno.

Velázquez fue salpicado por los mensajes telefónicos enviados por el abogado José Rodríguez a Pedro Ferreira, presidente de la estatal eléctrica ANDE que con su dimisión echó a rodar una bola de nieve que se transformó en toda una crisis política.

Rodríguez, que se habría presentado a Ferreira como asesor de Velázquez, habría intentado alterar el acuerdo, que establecía la contratación de distribución de la energía de la hidroeléctrica de Itaipú, compartida por Paraguay y Brasil, para beneficiar a la empresa brasileña Leros.

Esa firma buscaba hacerse en exclusiva con la compra de energía de Itaipú perteneciente a la ANDE.

Rodríguez habría instruido a los negociadores paraguayos a excluir del borrador del acuerdo el punto por el que la ANDE podría vender su parte de energía a empresas privadas brasileñas, una de las metas buscadas por los gobiernos paraguayos.

Estas informaciones agrandaron un escándalo que se había destapado días antes con la renuncia de Ferreira por su oposición a ese acuerdo.

Ferreira desveló que en el mismo no participaron los técnicos designados de la ANDE, que fueron apartados de las negociaciones por representantes de Cancillería.

Con ello reveló también que el acuerdo se había rubricado dos meses antes, lo que dio alas a la oposición, que denunció el "pacto secreto Abdo-Bolsonaro" como un delito de traición a la patria.

Abdo Benítez quiso taponar la crisis con la destitución de su canciller, Luis Alberto Castiglioni, y otros tres altos funcionarios.

Pero el pasado miércoles, y durante la jura del nuevo canciller, Antonio Rivas, volvieron las turbulencias al conocerse los mensajes de Rodríguez a Ferreira.

Ello motivó a la oposición a lanzarse en bloque a la promoción de un juicio político a Abdo Benítez y a Velázquez, a la que se sumó Honor Colorado, la corriente del partido que lidera el expresidente Horacio Cartes.

El juicio se desactivó este jueves tras la decisión de Brasil de dejar sin efecto el acuerdo energético y la intervención de Cartes, que dio marcha atrás al respaldo de su grupo al juicio político.

De haber prosperado el juicio habría situado en la cabeza del Ejecutivo al presidente del Congreso, Blas Llano, del Partido Liberal.

Diversos analistas locales apuntan que la crisis se habrá cerrado en falso hasta que no presente su renuncia Velázquez, quien asegura que Rodríguez no trabajaba para la Vicepresidencia.

Rodríguez admitió este sábado a un canal de televisión que cometió un "error" al haberse presentado como tal ante Ferreira, algo que se ha interpretado como un intento de exculpar a Velázquez.

Ferreira, por su parte, ha reiterado su convicción de que el presidente fue engañado por algunos de sus colaboradores en lo relacionado al acuerdo con Brasil.

De acuerdo con los medios locales, Abdo Benítez ha planteado varias veces a Velázquez que presente la dimisión, sin éxito.

No obstante, el Partido Liberal no se queda en la figura de Velázquez y mantiene promover el juicio político contra él y contra Abdo Benítez.

Cuando le restan menos de dos semanas para cumplir su primer año de mandato, el presidente ofrece una alarmante imagen de debilidad a causa de una crisis que ha expuesto improvisaciones, fallos de comunicación y, según algunos analistas, a un mandatario confuso y dubitativo a la hora de tomar decisiones.

 

*Analista internacional

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