¡Cuidado con los abusos de poder!

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Eleusis CÓRDOVA MORÁN


Agosto 16, 2019

En colaboraciones anteriores he precavido de los peligros que, para la seguridad y tranquilidad de la ciudadanía, conlleva la aprobación de la Ley Nacional de Extinción de Dominio y la modificación al artículo 19 Constitucional. Son muy similares sus propósitos, manifiestos en que la ley y la modificación al 19 Constitucional establecen castigar a los presuntos infractores sin antes probar su culpabilidad. Basta y sobra una simple denuncia para ser privado de la libertad, o para que el Estado tenga el derecho de expropiar o vender las propiedades objeto de la imputación. Si en el transcurso del proceso el afectado prueba su inocencia, podrá aspirar a recibir una indemnización por la propiedad enajenada. No más.

Cualquier mente desprejuiciada y con un mínimo de sensatez concluye, de manera natural, que la aplicación de estas leyes permite privar de la libertad a cualquier ciudadano, por muy honorable que sea, y a perder sus propiedades por una simple acusación motivada por un deseo de venganza personal; permite al poder público usar la ley como garrote para acallar inconformidades, vengar agravios de todo tipo y someter por esta vía a los insumisos a la voluntad de la autoridad en turno.

Pudiera creerse que lo aquí planteado está muy lejos de ser real y que, por tanto, son exageraciones y una manera de desprestigiar al presidente de la República. Para demostrar que no son aspavientos, vaya un botón de muestra.

De la manera más repugnante, vil y cobarde, el diario Eje Central informó que el fiscal Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, “… había descubierto cuentas bancarias de cientos de millones de pesos, a los líderes del movimiento Antorchista Nacional, entre los cuales aparece el líder indiscutible, el maestro Aquiles Córdova Morán”.

Los chairos de López Obrador, ni tardos ni perezosos, iniciaron un escándalo en redes agigantando la burda como imbécil mentira, demostrando con ello el origen y la finalidad de dicho engendro. He ahí el porqué de la importancia de la denuncia de esta emboscada de López Obrador contra el Movimiento Antorchista Nacional y su líder.

Afirmo que, con motivo de acusaciones similares, realizadas en otros medios, este ilustre, honrado, heroico y limpio barón ha retado a quienes lo acusan de estos mismos delitos a demostrar con pruebas al canto los infundios de que ha sido víctima. Lo mismo le ha pedido al presidente de la República cuando nos acusa de intermediarios y de quedarnos con moches. Nadie, absolutamente nadie de los acusadores, ha dado respuesta puntual a su exigencia.

Fingiendo no verlo ni oírlo, sintiéndose dueños de la verdad e impunes, y a sabiendas de que nadie los obligará a probar nada, los calumnistas vuelven, pasado cierto tiempo, a blandir con verdadera desvergüenza las mismas ofensas y las mismas calumnias que se han negado a demostrar. Ante la aprobación de la Ley Nacional de Extinción de Dominio y de la modificación al artículo 19 Constitucional, las calumnias han dado un salto cualitativo, lo que las hace muy graves porque, en este caso, ponen en grave riesgo la libertad de un luchador incansable y los bienes de una organización limpia y seria.

Por ello, las calumnias aparecidas en Eje Central son prueba irrefutable de la campaña de desprestigio, que la Cuarta Transformación ha emprendido en contra de nuestro líder y de nuestra organización, cuyo punto culminante pretende ser su aprehensión y la confiscación de nuestros bienes, construidos con el esfuerzo del antorchismo nacional. Calumniar de enriquecimiento ilícito al líder más limpio, más honrado, más incorruptible y más auténtico defensor de los intereses del pueblo pobre de México; calumniar de tener bienes de origen ilícito a la única organización auténticamente popular, independiente económica y políticamente, forjada con el esfuerzo de los campesinos pobres, cuando son los únicos que resisten la prueba del ácido, es una felonía de la que los peores especímenes humanos se avergonzarían, y es un abuso de poder digno de un dictador émulo de Pinochet o de Hitler, aunque actúen amparados en una ley, creada exprofeso para sus fines represivos. Eso no los exime de represores.

Por eso digo que vivimos en un estado policiaco y el peligro denunciado es total y absolutamente cierto. Si se aplicara la ley con justicia, si hubiera real y auténtica separación de poderes, no tendríamos absolutamente nada que temer, pues todo, absolutamente todo, es un total infundio que nunca nadie ha podido ni podrá demostrar jamás.

De materializar sus intenciones, el gobierno de López Obrador cometería los graves delitos de lesa Justicia, de lesa Humanidad, de lesa Constitución y de leso Derecho; y las reacciones y consecuencias que provocarán estos abusos serán insospechadas e inimaginables. De ahí la razón por la que el antorchismo nacional se encuentra en máxima alerta y dispuesto a defender a nuestro líder; y de ahí el motivo por el que conminamos al Gobierno de la República a respetar el derecho del pueblo a organizarse dentro del estricto marco del derecho.

¡Cuidado con querer, abusando del poder, atropellar los derechos y la integridad de nuestro dirigente! Sería atropellar el derecho y la dignidad de todo el antorchismo nacional, quienes como un solo hombre nos levantaremos en su defensa y respeto.

Nuestro dirigente ejerce un liderazgo auténtico, lo que le ha permitido ganarse el cariño, el aprecio y el respeto de todo el antorchismo nacional, y por quien haríamos todo y daríamos nuestra vida en la defensa e integridad de nuestro camarada y de la organización.

¡Cuidado con los abusos de poder! Es cierto que se ha podido encarcelar a otros líderes, tanto por su falta de probidad como porque sus bases no se sienten representadas por ellos, y como consecuencia no están dispuestas ni prestas a su defensa. No es el caso. Nuestro dirigente, hombre sacrificado, honrado por cualquier flanco que se le vea, vive en el corazón de todos los antorchistas, lo queremos, respetamos y obedecemos, y por esa razón haremos todo en su legítima defensa y en la de la organización, de la que estamos convencidos y seguros que es nuestra herramienta insustituible para escalar a mejores niveles de vida. Eso nos da valor, fortaleza, decisión, y acrecienta nuestro espíritu de lucha. No lo olviden.

 

* Diputado federal del Movimiento Antorchista

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