Bukele tiene en el Ejército salvadoreño un aliado contra maras y adversarios

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Invitado


Agosto 23, 2019

POR HUGO SÁNCHEZ

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha colocado como principal protagonista de su estrategia de seguridad al Ejército, institución que no se presenta únicamente como su mayor arma contra las pandillas, sino también como un escudo ante sus adversarios.
Así lo considera la investigadora y experta en temas de seguridad Jeannette Aguilar, quien sostiene que el mandatario reproduce las “políticas fracasadas” de los últimos gobiernos.
El cenit de la exaltación de la figura del militar en labores de seguridad ciudadana se registró el pasado 29 de julio.
El gobernante, de la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), ordenó en la principal plaza pública del centro de la capital el despliegue de más de mil nuevos soldados en cinco ciudades, en un acto en el que llenó de elogios a los uniformados.
“En nombre del pueblo salvadoreño y como su comandante general, les doy la bienvenida a la Fuerza Armada. Sobre sus hombros está la gloria de nuestra institución, sobre sus armas esta la gloria de nuestro país,” sostuvo Bukele, quien ha prometido incorporar al menos a 2 mil soldados más.
Con este despliegue suman 7 mil elementos del Ejército y de la Policía concentrados en 22 localidades, en las que busca arrebatar el control del territorio a las maras y cortar sus fuentes de financiamiento.
De acuerdo con Aguilar, Bukele está reeditando las políticas de seguridad de las administraciones de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), a cuyos líderes “cuestiona y descalifica”.
“En la práctica, está replicando exactamente lo mismo que sus adversarios” en términos de “adoptar una política de mano dura que es utilizada para un marketing político con un aumento del Ejército en las calles, que al final no se justifica a la luz de ninguna emergencia nacional,” señaló la experta.
Pero la exaltación del militar, en un país en el que el Ejército tiene un largo historial de violaciones a derechos humanos, y la “masificación” del reclutamiento de jóvenes no sólo obedece a razones de estrategia de seguridad ciudadana.
“Puede responder a la necesidad de fortalecer una alianza política con el Ejército de cara a escenarios donde el Gobierno pueda perfilarse frágil frente a la disidencia, o a señalamientos de distintos grupos,” subrayó Aguilar.
Apuntó que éstos pueden ser “distintos grupos sociales” que cuestionan las acciones del Ejecutivo de Bukele, o incluso militares inconformes.
Este análisis cobra importancia ante unas declaraciones dadas en mayo pasado por el entonces portavoz del Ejecutivo, Roberto Lorenzana, quien aseguró que el FMLN temió “una ruptura con la Fuerza Armada” y un golpe de Estado.
El FMLN dio el mando del Ejército durante buena parte de los diez años que gobernó al general David Munguía Payés, quien también se desempeñó como ministro de Seguridad entre 2011 y 2013, año en el que el Supremo declaró inconstitucional su nombramiento.
Payés y un grupo de generales que acompañaron su gestión en puestos clave fueron dados de baja con la llegada de Bukele al Ejecutivo, y tomaron las riendas varios coroneles, según reportes de la prensa local.
“Me parece que al interior de la Fuerza Armada se están generando movimientos derivados de cierta disconformidad por decisiones que el presidente ha tomado y que tienen que ver, por ejemplo, con la baja arbitraria de varios generales,” advirtió Aguilar.
Para la investigadora, esta situación “de alguna manera genera división”, por lo que el aumento de la tropa posiblemente obedece al “análisis de estos escenarios de una posible crisis interna”.
Pero a pesar del rechazo al plan de seguridad de Bukele por parte de algunos sectores, principalmente por el componente militar, el experto en seguridad Ricardo Sosa aseguró a Efe que éste responde “contundente y categóricamente al clamor popular”.
De acuerdo con Sosa, el plan atiende a la exigencia de la población de “recuperar el territorio que está influenciado por las estructuras del crimen organizado y las pandillas”.
Añadió que el plan, cuya primera fase fue lanzada el 20 de junio, está enfocado en atacar las finanzas, logística, capacidad operativa y fuentes de reclutamiento de las estructuras criminales.
Además, apuntó que los resultados logrados en los primeros dos meses de gobierno le dan a Bukele un escenario adecuado para “consolidar, sostener y mantener” su estrategia de seguridad.
Sosa, basándose en la información brindada por Bukele a través de su cuenta de Twitter 7 minutos después de la medianoche del 1 de agosto, señaló que el 31 de julio, el país no registró ningún asesinato, dato que, de confirmarse, lo convertiría en el octavo día del siglo XXI sin homicidios.

* Analista internacional 

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