Las bodas en la cultura

Me resulta fascinante redescubrir cómo, a través del tiempo y el espacio, las bodas siguen preservándose. Tal vez evolucionen, pero la esencia es la misma: la unión de dos seres con costumbres inculcadas a través de una familia o de un determinado grupo social.

Me sorprende que cada cultura le imprime por completo toda su magia a través de rituales y tradiciones. Y no hablo de religión, hablo de ese enlace cultural que se vive en cada una de ellas, y esto puede ser visto desde la boda del pueblito, hasta la boda que se hace en una calle cerrada o en un recinto majestuoso. Todas y cada una de ellas son una manifestación cultural de quien la vive y la celebra.

Las bodas en todo el mundo se siguen celebrando, aun con el paso de la historia. Desde tiempos bíblicos hablamos de ellas, y para muestra perfecta está el pasaje de las Bodas de Caná, donde se dice que Jesús multiplicó el vino. O como esas grandes bodas que han dado lugar a uniones de reinos y países desde épocas lejanas.

Las bodas están presentes siempre en todo momento histórico y, por ende, en la cultura de cada país, de cada región y de cada familia.

Cuando pienso en bodas y su relación con la cultura, me gusta pensar en todas esas bodas que vemos en películas o en los documentales, donde la alegría inunda todo, sin importar, si es una boda italiana, mexicana, hindú, española, africana… cada cultura es representada en ellas. Desde sus ritos religiosos o ceremoniales, pasando por sus colores, su música, ¿y qué decir de las comidas que ahí se comparten?

En toda boda se siguen sirviendo esos grandes banquetes o comilonas. Basta pensar en esas largas mesas de las bodas italianas, o las cazuelas gigantescas de mole y arroz en algunos pueblos mexicanos, donde todos comen hasta llenarse y beben para compartir la alegría de los recién casados.Todos ataviados en sus mejores galas, es día de fiesta… de fiesta grande. Y hay que arreglarse a la altura, para lucir en la pista de baile o para caminar entre las mesas.

¿Cuántas bodas se están preparando alrededor del mundo en este momento?, ¿cuántas comidas se están cocinando?, ¿cuántas historias se contarán en cada una de ellas?

Vivamos las bodas con todas sus diferencias, que van desde la pareja misma hasta la decoración, las flores, la música, los invitados. Si tienen callejoneada, ¡qué mejor!, como las de Oaxaca o San Miguel Allende; o si traen tambora o mariachi, ¡qué dicha! Y a gozarlas todas, que para eso se siguen celebrando.

*Planeadora de bodas.

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