La Cicig lega una ciudadanía que no claudicará ante el pacto de corruptos

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Invitado


Septiembre 04, 2019

POR EMILIANO CASTRO SÁENZ

La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) concluyó este martes un ciclo de 12 años de trabajo contra la corrupción, los cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad y heredó al país una ciudadanía "empoderada" y que "no claudicará" ante el llamado "pacto de corruptos".

Así lo admite una de las principales aliadas de la Cicig, la activista y defensora de los derechos humanos Hellen Mack, quien aseguró que el pueblo "seguirá fiscalizando", pues aún "hay mucho por hacer".

En ese largo camino de justicia que iluminó por una docena de años la Cicig, la corrupción sigue siendo "uno de los males endémicos de este país", que también debe enfrentar a la pobreza y la desnutrición, agregó Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack, que apoya al sector justicia.

Sin embargo, el reto es crucial y lleno de obstáculos frente a un grupo, pequeño pero ruidoso a criterio de Mack, que se alió a las élites conservadoras, a los militares y al presidente Jimmy Morales en un "frenesí" por resguardar la impunidad.

Esas personas, que componen el llamado "pacto de corruptos", se sienten "muy fortalecidos" y "están terminando de ejecutar el plan que habían trazado para recuperar el control y el poder", lamentó la activista.

Una simple muestra de esos "empoderados ecos" son los que vociferaron en las redes sociales en contra de la treintena de personas que pintaron un mural de agradecimiento y despedida frente a la fachada de la Cicig el sábado, que al día siguiente fue saboteada: el mural eliminado por esos "enemigos de la Comisión".

Al igual que Mack, el abogado Álvaro Montenegro, que lidera la organización Alianza por las Reformas y que integra el colectivo Justicia Ya —nacido de las protestas anticorrupción de 2015—, comentó a Efe que la Cicig "reveló cómo funciona el poder en este país".

Con el fin de la Comisión, auspiciada por Naciones Unidas, Montenegro aseguró que hay un "compromiso ciudadano activo" que tiene "la esperanza" para continuar el legado que dejó la entidad internacional y, sobre todo, "la necesidad de apoyar a los jueces y magistrados comprometidos con la justicia" para hacer frente a esa "élite económica y política deshumanizada".

En una misiva que el ombudsman, Jordán Rodas, envió al jefe de la Comisión, el fiscal colombiano Iván Velásquez, el magistrado de conciencia remarcó que "para pocos la Cicig fue una pesadilla porque hay una costumbre histórica de hacer del Estado su modo de vida a la luz de la impunidad".

El procurador de Derechos Humanos agregó que "para la mayoría (la Cicig) consistió en un llamado de justicia para despertar, alertar y combatir la corrupción" que fue "acompañada de bases sociales" y la comunidad internacional, cuyo trabajo seguirá "vivo y latente" porque "hay un legado que continuar".

Sale la Cicig de Guatemala y el gobierno que asestó el último golpe a la entidad anticorrupción vive sus últimos meses para dar pie a una nueva Administración que liderará un exacusado por la Comisión: el exdirector del Sistema Penitenciario Alejandro Giammattei, cuyo caso por supuestas ejecuciones extrajudiciales a reos fue sobreseído.

A criterio de Mack, existe una brecha de legitimidad que deberá ganar el presidente electo: "Finalmente, la abstención y los votos que no lo favorecieron en primera y segunda vuelta son una losa a la que debe hacer frente Giammattei para legitimar su mandato."

La elección en la que se impuso Giammattei, que fue esquivo durante la campaña sobre su posición respecto de la Cicig y que se comprometió a hacer una nueva comisión nacional anticorrupción, fue para Mack "una manifestación del pueblo, sobre todo en primera vuelta, en contra del partido de Gobierno (FCN-Nación) y los aliados al pacto de corruptos".

Es por ello que la activista consideró, tomando en cuenta que la Cicig se va con más del 70 por ciento de aprobación popular, que si el futuro presidente "sigue favoreciendo a los corruptos, no va a tener la gobernabilidad deseada".

Ese legado del que habla el procurador de DH y el reto legítimo del presidente y la respuesta de las élites, será el terreno de cultivo para florecer, como sentenció Iván Velásquez en uno de sus recientes publicaciones en redes sociales.

*Analista internacional

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