¿Qué piensa un policía?

  • URL copiada al portapapeles

A cuántas y cuántos de nosotros nos ha pasado que al sostener una conversación coloquial en que es mencionada alguna situación que incluya un encuentro con algún agente policial, la historia regularmente no tiene un final feliz. En la publicación del segundo trimestre de este año de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), el 63.3 por ciento de las personas encuestadas en Puebla aseguraron que al sostener contacto con autoridades de seguridad, se presentó algún acto de corrupción. En este sentido, para que se dé un acto así deben existir al menos dos participantes. Sin embargo, el señalamiento cotidianamente es contra quienes representan a la autoridad.

En 2018, la organización Causa en Común presentó los resultados de la encuesta ¿Qué piensa la policía?, un estudio que recopiló información acerca de las percepciones, sentimientos e intereses de las y los policías sobre las dinámicas del ambiente profesional y del desarrollo al interior de las instituciones de seguridad pública en las 32 entidades del país. La muestra no es mínima, fueron entrevistados alrededor de 5 mil 300 policías, que respondieron a 56 preguntas.

En los resultados generales del estudio destacan ciertos resultados que nos permiten conocer de manera más cercana la realidad de las y los policías. Por ejemplo, ante el cuestionamiento de por cuál razón decidieron unirse a las fuerzas de seguridad, el 49 por ciento afirmó haberlo hecho por vocación, el 19 por ciento por ser una buena opción laboral y otro 19 por ciento por “necesidad”. Pocos en realidad pensaríamos que la vocación es un motor para realizar tales funciones; sin embargo, es la causa para la mitad de los agentes.

En cuanto a la escolaridad, 6 de cada 10 policías cuentan con el nivel medio superior como formación previa, 20 por ciento cuentan con nivel profesional incluido el posgrado y sólo el 1 por ciento afirma contar con la primaria. Se concluye que 8 de cada 10 de los encuestados tiene una educación en aula de al menos 12 años, en comparación con la media nacional de 9.1 años, que el mismo Inegi concluye en la Encuesta Intercensal 2015.

Algo es claro: los sueldos percibidos por este sector muchas veces no son suficientes, principalmente por la diferencia de muchos de las formas de emplearse existentes no está de manifiesto arriesgar la vida a diario. El promedio de ingreso por sueldo para los encuestados fue de 10 a 15 mil pesos mensuales en 5 de cada 10 casos; 36 por ciento afirmó recibir menos de los 10 mil pesos.

La encuesta recoge expresiones de los entrevistados sobre preguntas específicas. Tal es el caso de los materiales que son pagados por los propios policías: “Los uniformes y las botas que nos brinda la institución son de pésima calidad, se rompen en menos de 2 meses y son incómodas para el servicio,” comenta un encuestado. Calzado, uniforme, papelería para los informes, cartuchos y hasta reparaciones de las unidades son adquiridos por los agentes para sus labores cotidianas. Inaudito.

Continuando con los principales resultados, 6 de cada 10 afirman que realizan actividades que no les corresponden, como encargos personales de mandos, pago de cuotas o labores de mantenimiento del espacio público, e incluso participar en actos políticos, coaccionando también su derecho al voto. En contraste, más del 66 por ciento nunca ha recibido un estímulo o reconocimiento por su trabajo; incluso la mayoría (61 por ciento) consideran que la sociedad los discrimina. Más de la mitad afirmó que hay corrupción al interior de su corporación.

Las y los entrevistados a partir de sus respuestas consideraron que las principales acciones para mejorar a las instituciones policiales en su estado son el aumento de sueldo, la capacitación, mejor equipamiento, incrementar el número de agentes y mejorar la relación con el ciudadano. Además, combatir la corrupción en la institución también es parte de las propuestas de solución.

En este sentido, el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla cuenta con un programa que permite a las y los agentes denunciar inconformidades respecto a derechos que pudieran estar siendo violentados por sus colegas o mandos en el interior de las instituciones. El Mecanismo de Quejas por Abuso Policial permite recibir, canalizar y dar seguimiento a este tipo de situaciones, que son turnadas directamente a las áreas de control interno de las instituciones policiales, para su investigación y sanción. El Consejo Ciudadano ofrece acompañamiento a las personas que denuncien, haciendo el proceso más transparente y confiable.

Ahora que tenemos una referencia más cercana sobre lo que piensa un policía y muchas de las situaciones que enfrenta en la cotidianidad, valdría la pena realizar un ejercicio de reflexión para desde nuestra acción favorecer la recuperación de la relación con la autoridad a partir de la figura del agente policial quien, dada la proximidad con la ciudadanía, personifica en muchos sentidos la acción o inacción gubernamental.

@IvanJuarezJPue comunicación en el @CCSJPuebla

  • URL copiada al portapapeles