POR RUBÉN FIGUEROA

En su ataque a la alta comisionada para los DH de la ONU, Michelle Bachelet, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, alabó el legado de Augusto Pinochet, gracias al cual, dijo, Chile hoy no es como Cuba, despertando el debate sobre el dictador tras 46 años del golpe.

“Si no fuera por (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre (de Bachelet), hoy Chile sería una Cuba,” dijo Bolsonaro en respuesta a unas declaraciones de la representante de la ONU y también expresidenta de Chile, quien criticó la violencia policial y la situación de los derechos humanos en Brasil.

A lo largo de la jornada, diversos actores han reaccionado a las palabras de Bolsonaro, en su mayor parte indignados por su visión de Pinochet y la labor de Bachelet, pero en algunos casos respaldándola.

Aunque se hizo esperar su pronunciamiento oficial, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo que no comparte “en absoluto” la alusión hecha por Bolsonaro respecto a Bachelet, “especialmente en un tema tan doloroso como la muerte de su padre”.

No obstante, agregó que “toda persona tiene derecho a tener su propio juicio histórico” sobre los gobiernos de Chile en la década de los setenta y los ochenta, respecto a la posible opinión que pueda tener Bolsonaro sobre Pinochet y la dictadura (1973-1990).

Y para no dejar dudas de su posición, Piñera puntualizó que en esta materia él mantiene un “permanente compromiso con la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos en todo tiempo, en todo lugar y en toda circunstancia”.

El halago del mandatario brasileño a Pinochet resultó especialmente doloroso para las víctimas de su dictadura, como Lidia Lara, hermana de un detenido desaparecido, quien aseveró a Efe que personajes como Bolsonaro “son tan sanguinarios como Pinochet”.

“Que a 46 años del golpe militar en Chile todavía haya estos siniestros personajes recordando a un dictador que dejó miles de detenidos y desaparecidos, me duele y me ofende,” agregó.

A Lara, no obstante, ya no le sorprenden las declaraciones de Bolsonaro, una persona de la que no espera otra cosa que palabras de ese estilo.

“Me parece horrible que eso que ha dicho Bolsonaro, pero viniendo de él no me extraña. Es una persona totalmente antidemocrática, dictatorial, no tiene respeto por los derechos humanos y de una persona como él no espero otra cosa,” afirmó.

Lo que Lara ha lamentado profundamente es que tras 46 años del golpe militar de Pinochet siga habiendo en Chile personas que lo defiendan, como el diputado Ignacio Urrutia, exintegrante de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI) y actual dirigente del movimiento político derechista Acción Republicana.

“Bolsonaro lo ha dicho claro como el agua: Chile se salvó gracias a Pinochet. Yo lo respaldo total y absolutamente, y no me parece correcto que la expresidenta (Bachelet) haga cuestionamientos de lo que puede estar ocurriendo en Brasil, porque es un territorio que ella no tiene por qué inmiscuirse,” dijo Urrutia, según recogió la prensa local.

La diputada de esa fuerza derechista Renovación Nacional, Camila Flores, dijo que Bolsonaro “no está diciendo nada que no sea verdad” cuando afirma que si Chile no terminó como Cuba o Venezuela fue “gracias al pronunciamiento militar”.

Lara, cuyo hermano fue detenido el 7 de mayo de 1976 y desde entonces clama por justicia, lamenta que al día de hoy siga habiendo en los sectores de “la derecha y la ultraderecha defensores de la dictadura de Pinochet” que justifican lo que sucedió desde 1973.

“La mentalidad de esa gente que apoya o apoyó a la dictadura no va a cambiar nunca. Creo que es muy difícil que haya en Chile esa supuesta reconciliación, o que el país no esté dividido,” expresó Lara.

En un plano completamente contrario a Bolsonaro se situaron muchos otros políticos chilenos, como el presidente del Senado Jaime Quintana, quien dijo que los dichos de Bolsonaro “son un agravio para la memoria de los chilenos y para Bachelet”.

El Partido Socialista destacó que las declaraciones de Bolsonaro fueron “violentas y agresivas”, mientras que desde el Partido Comunista se expresó que Bolsonaro “no sólo glorifica el golpe de Estado y valida la brutalidad de este episodio”, sino que “también alimenta un odio que puede tener repercusiones nefastas”.

Por su parte, el exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza dijo que Bolsonaro “es una vergüenza para Brasil y para la región”.

En un sentido similar se expresó el excanciller chileno Heraldo Muñoz, quien en una declaración oficial dijo que Bolsonaro “es un presidente que no está a la altura del gran pueblo brasileño” y que “muchos brasileños deben sentirse avergonzados de su presidente”.

*Analista internacional