Tendencia de los adultos tempranos que han dejado el hogar a regresar a la casa de sus padres en los momentos de problemas financieros, matrimonial eso de otro tipo. La autonomía de un hijo adulto es una señal de éxito de los padres. La postergación de la partida del nido de un hijo mayor o su regreso al mismo, puede producir estrés en la familia. Los padres y los hijos adultos suelen llevarse mejor cuando éstos tienen un empleo y viven por su cuenta.

Se ha vuelto muy común que muchos jóvenes en especial hombres regresen al hogar (efecto boomerang) en especial más de una vez. El hogar como puerto de apoyo financiero o de otro tipo, mientras se recobra el equilibrio. Experiencia que tiende a convertirse en normativa y que frustra las expectativas de los padres para con sus hijos.

A veces es complicado como hijos regresar al entorno de los padres ya que aunque es una comodidad para el joven regresar y tener algunas ayudas, también es complicado el tener que respetar ciertas reglas y conductas a las que ya no se estaba acostumbrado. El espacio de los padres también se ve afectado ya que hay un hijo de regreso en el entorno familiar a lo cual los padres ya no estaban acostumbrados.

En el momento del retorno de uno de los hijos al hogar, a las relaciones afectivas, se prolonga la dependencia entre hijos y padres, lo cual puede causar tensiones dentro del matrimonio, y a su vez implica pérdida de intimidad y privacidad de los miembros de la familia. El retorno de un hijo al hogar puede ser estresante para ambas partes, a veces representa una vuelta al pasado. Pueden existir normas en la casa que los padres querrán seguir manteniendo, pero al mismo tiempo su hijo necesitará ser tratado como un adulto, y alguna de esas normas puede confundir lo que él entiende por dependencia, colocando en tensión el ambiente familiar, ya que se pueden llegar a violar las normas culturales que los padres podrían haber establecido después de su partida La llegada nuevamente de uno de los hijos al hogar estaría interrumpiendo las transiciones de la vida como tal. Así, uno de los posibles cambios que se evidencian en el matrimonio o en la pareja es el evento de que los hijos se marchen del hogar y volver a este mismo, lo que puede influir en la satisfacción matrimonial. Por lo general afecta el entorno familiar en cuanto a las rutinas, sentimientos, dinámicas, creencias, normas subjetivas y la percepción del control del ambiente.

Cuando algo así sucede que es muy común últimamente, lo mejor es dejar que las cosas vayan tomando su curso que hablen mucho y se comuniquen entre padres e hijos para lograr una mejor estabilidad en el ambiente, sobretodo emocional. Es importantes que ambas partes sepan las reglas de la nueva convivencia ya que no será lo mismo que antes.