La Agenda Tlaxcala-Puebla: saneamiento de los ríos Zahuapan-Atoyac

El tercer tema de la Agenda suscrita por los Gobernadores de Tlaxcala y de Puebla, es el de la contaminación de los ríos emblemáticos Zahuapan y Atoyac

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El tercer tema de la Agenda suscrita por los Gobernadores de Tlaxcala, Marco Mena; y de Puebla, Miguel Barbosa, es el de la contaminación de los ríos emblemáticos Zahuapan y Atoyac, que forman parte de la Cuenca del Río Balsas. En efecto, esta cuenca, con más de 1 000 kilómetros de longitud y un escurrimiento superficial cercano a los 25 000 metros cúbicos, tiene como afluentes el Zahuapan, que le da inicio en las montañas de Tlaxco, el Atoyac en Puebla y el Mezcala en Guerrero. Además de una gran cantidad de escurrimientos provenientes de Michoacán y otros estados.

El tramo de mayor atención, de Tlaxco a la presa de Valsequillo (Presa Manuel Ávila Camacho)-- es uno de los más complejos, por su incidencia en la zona metropolitana Puebla-Tlaxcala, la cuarta más grande del país, caracterizada por su alta densidad de población y actividad industrial. Además de municipios y comunidades por los que atraviesa.

Las tentativas de saneamiento y conservación del recurso hídrico, en esta cuenca, han sido múltiples e imaginativos. Con mayor o menor rigor técnico, con más o menos coordinación intergubernamental, con éxitos y fracasos. Y también con escenarios de polarización política y social.

En este contexto, la CNDH emitió la recomendación 10/2017, mediante la cual exige a las dependencias y organismos de los tres órdenes de gobierno una solución integral al grave problema que comentamos.

La queja fue interpuesta, en el 2011, por el Centro de Derechos Humanos Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local AC, y el colectivo Coordinadora por un Atoyac con Vida, por la violación a los derechos a la vida, a la salud, al agua y al saneamiento.

La denuncia fue dirigida a los presidentes municipales de Ixtacuixtla de Mariano Matamoros, Tepetitla de Lardizábal y Nativitas, en Tlaxcala; así como a los de San Martín Texmelucan y Huejotzingo en Puebla, a los gobernadores de Puebla y Tlaxcala, además de la Semarnat, Conagua, Cofepris y Profepa.

Las causas de la contaminación, de acuerdo a la CNDH, fueron: la descarga de aguas residuales municipales e industriales sin tratamiento previo; la mala disposición y recolección de los residuos sólidos; la creciente expansión demográfica e industrialización de la región; la presencia de contaminantes químicos y biológicos provenientes de aguas residuales; y la presencia de sustancias que rebasan los límites máximos permisibles. De todo ello la CNDH deduce graves daños a la salud.

Meses antes del acuerdo de los gobernadores, las presidentas municipales de Puebla y Tlaxcala, junto con 58 presidente municipales de ambas entidades, refrendaron su compromiso en el marco de la X Reunión del Grupo Técnico Especializado de la Cuenca de los Ríos Zahuapan-Atoyac.

Por su parte, el Gobierno Federal —a través de la Semarnat y la Conagua— ha anunciado su intención de promover entre sus prioridades la solución definitiva de este problema ambiental que preocupa a todos.

A su vez, la Profepa ha interpuesto demandas, diversas y puntuales, a los municipios, que están, ya, en el terreno judicial.

En este contexto, los acuerdos de los gobernadores Mena y Barbosa, y los que están en proceso de construcción en la mesa encabezada por los responsables de las áreas de Ecología y Medio Ambiente de ambas entidades, apuntan a la realización de un solo programa. En éste, la función rectora de Semarnat y Conagua será fundamental para articular el conjunto de acciones e iniciativas que, hasta ahora, mantienen un alto grado de dispersión.

Más que nunca, hace falta la buena política y la eficiencia en la capacidad administrativa para hacer, realizar y concretar lo que por años y años no se ha materializado.

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